El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aseguró este martes que “al menos tres territorios han manifestado su vocación de ser nación” en “términos históricos”: Cataluña, el País Vasco y Galicia. Sánchez respondió así, durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, a la pregunta de cuántas naciones hay a su juicio en España.

El líder socialista subrayó que considera que España en sí misma es una nación, pero agregó que hay que “vivir con normalidad” que España es “compleja, plural” y que en ella conviven “múltiples identidades nacionales”. En opinión del número uno del PSOE, esa es una “gran fortaleza” que los españoles deben “vivir con orgullo”.

Sánchez explicó que, para los socialistas, el concepto de nación “no se identifica con los límites de un estado”, porque “dentro de un estado pueden compartirse diferentes identidades nacionales”. “La nación se identifica con la vocación y la manifestación del sentimiento de ser nación”, agregó.

En su opinión, más que preguntarse cuántas naciones hay en España, lo pertinente sería preguntar a quienes “niegan que España es una nación de naciones” si “ser españoles es la única identidad posible”.

En relación con el referéndum que los grupos independentistas catalanes pretenden convocar el próximo 1 de octubre, Sánchez advirtió de que “nuestra nación está más dividida que hace seis años” y que ha llegado el momento de “reconciliar” a los pueblos de España y “encontrar un nuevo encaje político” para Cataluña.

En ese sentido, recordó que el PSOE registrará este jueves una petición para crear una comisión de estudio sobre el modelo territorial en el Congreso de los Diputados, y se mostró partidario de un “diálogo sin exclusiones”, porque “el perfeccionamiento del modelo territorial es tarea de todos”. “Nadie debe quedarse al margen y el Congreso es el mejor espacio”, remachó.

Sánchez, que desea que el PP apoye la creación de ese foro de diálogo, de mostró optimista tras su conversación de anoche con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: “Le encontré en disposición favorable a apoyar la iniciativa del PSOE, dijo.

Además, comentó que el PDeCAT “debería votar afirmativamente”, porque en el pasado planteó “iniciativas semejantes” y que también le “gustaría” contar con el voto de ERC. “Perfectamente 300 diputados podríamos votar a favor” de crear la comisión, zanjó Sánchez.

El número uno del PSOE reiteró que su partido estará “con el Gobierno” en la defensa de la legalidad, se mostró dispuesto a reunirse con Rajoy para abordar estas cuestiones y dijo que el 1-O no se puede hablar de un “referéndum” como tal, porque no tiene “garantías” ni se ajusta a derecho.

Por eso se trata, más bien, de una “consulta o recuento”, según Sánchez, que añadió que el PSOE y el PSC pedirán a la sociedad catalana que no participen en el 1-O, porque se trata de un “simulacro”. El líder socialista también pidió a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que cumpla la legalidad y defina definitivamente su posición en torno al referéndum y a si cederá o no locales para la hipotética votación.

Preguntado por si apoyaría una retirada de las urnas en Cataluña, respondió: “El Estado tiene que garantizar la legalidad, y ahí me voy a quedar”.

En su intervención, Sánchez también abordó cuestiones económicas. Así, pidió un nuevo pacto de rentas para que los salarios suban un 2,5% de media en 2018 y un 3% en los ejercicios siguientes, hasta 2021.

También apuntó que el PSOE presentará unos presupuestos generales alternativos a los del Gobierno el próximo octubre, para demostrar que es posible elaborar un “plan de choque contra la desigualdad”, una “red de seguridad para los ciudadanos más vulnerable” y que todo eso es compatible con el crecimiento económico.

Finalmente, prometió que no será presidente “a cualquier precio” y que una moción de censura se plantea para “construir una alternativa”, escenario que ahora mismo no se da en su opinión. Su hoja de ruta, concluyó, pasa por preparar al PSOE para ser “primera fuerza” y para que, “cuando haya elecciones”, los españoles decidan “entre pasado y futuro, entre miedo o esperanza”.

En todo caso, sí manifestó con claridad que su “voluntad en esta nueva etapa” es “fijar a Unidos Podemos como socio preferente en el parlamento” y lograr que “la izquierda se una”, porque eso permitirá que haya “posibilidades de cambio político más pronto que tarde”.