Con los votos en contra de la oposición, así como con los silbidos, abucheos y gritos de más de un centenar de funcionarios y empleados del Ayuntamiento , el equipo de Gobierno del PP, presidido por Ángeles Muñoz, aprobó ayer los Presupuestos Generales del municipio para 2008, haciendo uso de su mayoría absoluta.

"La tensión en el ambiente se percibía desde el primer momento en que dio comienzo la sesión plenaria cuyo único punto era el debate y aprobación de los presupuestos generales elaborados por el Área de Hacienda del Consistorio marbellí, en manos del cargo de confianza de la alcaldesa, Carlos Rubio.

Unos cincuenta funcionarios y trabajadores municipales, afectados por la medida del equipo de Gobierno de suprimir el seguro médico privado que desde hace 13 años venían disfrutando de forma gratuita, colapsaban el acceso al salón de plenos, al igual que el interior de la sala.

Durante una hora permanecieron como público silencioso mientras escuchaban a portavoces de la oposición -PSOE e IU- criticar con dureza los presupuestos presentados por el PP que, a su juicio, "son una tomadura de pelo". La oposición incidió en que los datos "están falseados" al tiempo que resaltaron que hayan sido elaborados por una persona no elegida por el pueblo de Marbella, Carlos Rubio. Un hecho que en su opinión demuestra "que no tiene confianza en sus concejales". Tampoco son unos presupuestos participativos "como prometió en campaña", pues han sido elaborados sin contar con los distintos estamentos sociales del municipio, ni con la oposición.

Una vez  llegó el turno al portavoz del PP, Félix Romero, de defender los presupuestos, los manifestantes rompieron su silencio para abuchear sus palabras, protestar y alzar pancartas con mensajes como: "Santa Kika, Kika, Kika --en-alusión a la primera teniente de alcalde--  lo que se da no se quita". "No te fíes de la alcaldesa que no cumple sus promesas" o el rostro oculto del responsable de Hacienda con el mensaje: "Se busca, 120.000 euros" en referencia al sueldo que cobrará Rubio en 2008.

Al grito de "Negociación, no sumisión" y con el ruido de silbatos de fondo, una docena de agentes de la Policía Local irrumpieron en la sala para acatar la orden de la alcaldesa que solicitó el desalojo inmediato a fin de poder reanudar la sesión plenaria.

Hicieron falta 15 minutos para que los agentes cumplieran su cometido y el debate se reanudase para concluir con la aprobación de los Presupuestos Generales de 2008 con 16 votos a favor y 10 en contra. De esta forma, la alcaldesa y sus ediles hacían oídos sordos tanto a sus trabajadores como a la oposición.

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