Parece que a Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, no le sienta bien volar. Cada vez que cruza el charco se encuentra con un problema: en septiembre fue retenido durante dos horas en el aeropuerto de Nueva York al ser confundido con un delincuente y el martes coincidió con Melendi en el avión en el que el cantante armó tal bronca que obligó al comandante a regresar a Madrid.

Calderón viajaba a México en la primera fila de la clase preferente del avión. Unas filas más atrás estaba sentado Melendi. El cantante, claramente embriagado, pidió una copa, se la denegaron e intentó agredir al sobrecargo. Ante tal actitud, el comandante del avión decidió regresar a Madrid tras hora y media de vuelo.

El presidente del Real Madrid aseguró en el programa en El Larguero que no se enteró de nada pues iba dormido. "Yo me he enterado a las dos horas y media o tres", afirmó Calderón.

"Yo no le conocía y sólo le he visto cuando la Guardia Civil entró en el avión". Afirma Calderón que en ese momento el cantante estaba tranquilo y admitió ante los guardias que había sido el culpable de la situación. Para Calderón, la gente que viajaba en el avión tuvo un comportamiento ejemplar y que mostró mucha resignación.

Calderón viajaba a México para cumplir con varios actos oficiales del Real Madrid: firmar un convenio con las autoridades mexicanas para la creación de escuelas de fútbol y entrevistarse con el presidente de México, Felipe Calderón, al que iba a entregar 100.000 dólares a beneficio de los damnificados por las inundaciones en el estado de Tabasco.

Decidió quedarse en tierra

El vuelo partió de nuevo a México a las 11:30 horas de la mañana del martes (con más de nueve horas de retraso), pero Ramón Calderón ya no estaba entre sus 180 pasajeros: acusó el cansancio del viaje y decidió quedarse en Madrid.

Miguel Angel Arroyo, director general de la presidencia, será quien represente al club en los actos oficiales previstos en México. Arroyo, que había viajado en un vuelo anterior, explicó la ausencia del presidente blanco ante la sorpresa de las autoridades mexicanas.