En cuanto a la naturaleza jurídica, dos corresponden a personas físicas sin actividad empresarial, mientras que las empresas concursadas sumaron 33 procedimientos de quiebra. De ellas, 25 fueron Sociedades de Responsabilidad Limitada, seis Sociedades Anónimas y dos personas físicas con actividad empresarial.

Por tipología 29 corresponden a concursos voluntarios, mientras que seis son necesarios. Del total, 15 se llevaron a cabo por procedimiento ordinario y 20 por abreviado.

La principal actividad económica de empresas concursadas en las Islas hasta marzo es la construcción, con un total de nueve empresas en quiebra. A este sector le siguen el comercio al por mayor (cinco), los de información y comunicaciones, actividades administrativas, industria y actividades profesionales (con dos respectivamente) y con uno hostelería. Además, cuatro corresponden a otros servicios y cinco están sin clasificar.

Por tamaño, cuatro no contaban con ningún trabajador asalariado; cinco tenían entre uno y dos, seis entre tres y cinco, seis entre seis y nueve, cuatro entre diez y 19 y uno entre 20 y 49, 50 y 99 y más de 100, respectivamente.

Del total, siete tenían cuatro o menos años de antigüedad, seis tenían entre cinco y ocho años, otras seis entre nueve y 12, una entre 13 y 16, cuatro entre 17 y 19 años y nueve 20 o más años.

A NIVEL NACIONAL

A nivel nacional, el número de familias y empresas declaradas en quiebra aumentaron un 3,9 por ciento en el primer trimestre del año en relación al mismo periodo de 2016, hasta sumar 1.319.

En concreto, las familias que se declararon en concurso de acreedores ascendieron a 263, lo que supone un incremento del 42,9 por ciento respecto al mismo trimestre de 2016, mientras que las empresas concursadas bajaron un 2,7 por ciento, hasta sumar 1.056 procedimientos de quiebra.

En tasa intertrimestral (primer trimestre del año sobre cuarto trimestre de 2016), el número de deudores concursados aumentó un 0,8 por ciento, con un repunte del 31,5 por ciento en el número de familias declaradas en concurso y un descenso del 4,8 por ciento en el caso de las empresas concursadas.

De las 1.056 empresas que entraron en concurso en el primer trimestre, 118 eran sociedades anónimas, con un descenso interanual del 0,8 por ciento, mientras que 842 eran sociedades limitadas, un 4 por ciento menos que en el primer trimestre de 2016.

Las personas físicas con actividad empresarial elevaron los procesos concursales un 38,3 por ciento en tasa interanual, hasta totalizar 65, y los incrementaron un 10,2 por ciento respecto al trimestre anterior.

Durante el primer trimestre, los concursos voluntarios subieron un 3,7 por ciento en relación al mismo periodo de 2016, hasta sumar 1.213, en tanto que los concursos necesarios avanzaron un 7,1 por ciento, con un total de 106 procesos.

Por clase de procedimiento, los concursos ordinarios aumentaron un 5 por ciento en tasa interanual y los abreviados, un 3,8 por ciento, hasta 190 y 1.129 procesos, respectivamente.