BIO Además de humorista es músico. Estuvo en el conservatorio estudiando trompa. Ha colaborado en discos de Marlango y Deluxe.

Hacer el gamberro y escribir y protagonizar humor absurdo es su trabajo en Muchachada nui (hoy miércoles a las 23.30 h), el programa de humor de La 2.

¿Le han puesto ya una calle en su pueblo?

En mi pueblo, el Provencio (Cuenca), de momento, no; pero yo, más que una calle, quiero una rotonda, que tiene más glamour (risas).

¿Qué tiene La Mancha para que estén todos así de locos?

Es más bien qué no tiene. El humor es una válvula de escape cuando no hay otra cosa.

¿No se lleva en la sangre?

También. A mí de pequeño ya me gustaba hacer el imbécil.

¿Qué tal el cambio a La 2?

Bien. Es una alegría poder hacer el programa que te gusta y con la gente que quieres. Seguimos haciendo el mismo humor.

YouTube los aupó en La hora chanante, pero ahora les perjudica...

Ahora miramos las audiencias, porque es lo que manda. El problema es que la gente se ha acostumbrado a verlo en Internet. Creo que es mejor verlo en la tele, lo ves antes y con mucha más calidad.

¿No se les pega nada de los personajes?

No, es más bien al revés. Un día jugando a la Play nos retamos a ver quién daba más asco. De lo que hicimos salió el personaje de El Hombre Asqueroso.

Será fantástico trabajar en lo que le gusta...

Es un tópico, pero es así. Sé lo que es el trabajo agrícola, por ejemplo, lo duro que es, y valoro más poder estar haciendo cosas que me llenan. Mis pasiones son la comedia y la música y he podido dedicarme a ambas.

Ustedes son un ejemplo claro de amiguismo...

Sí, fuimos entrando en esto porque nos fuimos llamando entre colegas, y ahora hacemos lo que nos da la gana.

¿Han pensado en optar a una concejalía en Marbella?

No, vamos a empezar con los bancos. Meteremos a uno de becario y poco a poco nos haremos con la infraestructura y ¡dominaremos España! (risas).