La entrañable historia de un hombre que se jugó la cárcel por salvar la vida a un osezno

  • Al principio Hancock pensó que el animal estaba muerto, pero luego descubrió que respiraba a duras penas.
  • Durante el trayecto al veterinario tuvo que realizarle el boca a boca.
  • Su acción ha recibido críticas por entrometerse en los procesos de la naturaleza.
Corey Hancock besando al oso que rescató
Corey Hancock besando al oso que rescató
Facebook de Corey Hancock
Corey Hancock besando al oso que rescató

Era una tarde de lluvia y aun así Corey Hancockdecidió salir al campo para pasear, estirar las piernas y respirar algo de aire fresco. El sendero que sigue al río Salem es una ruta que Hancock ya había hecho más de una vez. Esperaba llegar hasta la cascada, hacer unas fotos y volver a su coche para regresar a casa, pero la lluvia comenzó a caer con fuerzay tuvo que retroceder antes de tiempo.

Fue en ese momento, mientras daba marcha atrás hacia donde había aparcado el coche, cuando se encontró con una cría de oso en medio del camino. El animal estaba boca arriba y el agua de lluvia le caía sobre el vientre. En un primer instante Hancock pensó que estaba muerto, pero descubrió que el oso respiraba a duras apenas y que tenía los ojos abiertos: el animal estaba vivo.

Lo primero que pensó fue en marcharse. La madre podría encontrarse por los alrededores y si le veía cerca de su cría lo más probable sería que lo atacase. Pero decidió esconderse y observar a la cría desde un sitio apartado, por si de repente aparecía algún oso adulto. Los minutos pasaban  y nada sucedía. De repente, una idea que sobrevoló por la cabeza de Hancock le animó a rescatar al pequeño oso: "pensé en mi hijo de dos años y vi un bebé que merecía vivir".

Una heroicidad que se hizo viral

Envolvió al animal en su camisa de franela y corrió hacia su coche con el temor de toparse con una hembra de oso negro enfurecida. Una vez dentro del vehículo, colgó una foto en Facebook sosteniendo en sus brazos a la cría con el siguiente título: "¿A dónde puedo llevar este bebé oso?" Finalmente lo llevó al Turtle Ridge Wildlife Center, un centro en la localidad de Salem, el pueblo donde Hancock reside.

El estado de salud del oso era tan frágil que Hancock tuvo que practicarle el boca a boca dos veces durante el trayecto hasta el centro. Una vez allí, una veterinaria atendió al animal y logró estabilizarlo. Al día siguiente la cría de oso ya se encontraba mucho mejor, su vida ya no pendía de un hilo como la tarde anterior.

A los pocos días, Elkhorn, así es como su salvador nombró al oso, fue trasladado al Oregon Departmen of Fish and Wildlife gracias a que su historia se había hecho viral en Facebook. Durante su rehabilitación el oso apenas tendrá contacto con seres humanos, de esta forma estará preparado para regresar a la naturaleza una vez llegue el momento.

Se arriesgó a una pena de cárcel

La acción de Hancock he recibido multitud de elogios, pero también ha habido quienes le han criticado por entrometerse en los procesos de la naturaleza. Es un suceso habitual que las personas, durante sus paseos por el campo, recojan crías de animales que les parecen abandonados o perdidos. El problema está en que muchas veces estos animales no tienen ningún problema, simplemente es que su madre se ha ausentado por unos momentos.

Cuando esto sucede, puede haber multas que superan los 6.000 euros o incluso penas de cárcel. Hancock no recibió ninguna multa: Elkhorn estaba al borde de la muerte y él lo devolvió a la vida.

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