El partido del ex primer ministro Borisov se impone a los socialistas en Bulgaria

  • Es un partido de centro-derecha, y según un sondeo habría vencido con un 32,8% de los votos, frente a los socialistas, que se quedarían con un 28,4%.
  • De confirmarse este resultado, sería casi igual al de las elecciones de 2014.
  • Por detrás quedarían Patriotas Unidos; una formación proturca cuyas siglas son DPS; y los populistas de Voluntad, un partido del magnate Mareshki.
El ex primer ministro búlgaro Boiko Borisov deposita su voto.
El ex primer ministro búlgaro Boiko Borisov deposita su voto.
EFE
El ex primer ministro búlgaro Boiko Borisov deposita su voto.

El partido Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), del ex primer ministro conservador Boiko Borisov, ha ganado las elecciones legislativas celebradas este domingo en Bulgaria con un 32,8% de los votos y se impone así por un estrecho margen al Partido Socialista de Bulgaria (BSP), que obtendría el 28,4% de los sufragios, según un el sondeo a pie de urna publicado por mediapool.bg.

De confirmarse, este resultado es prácticamente idéntico al de las elecciones de 2014, cuando GERB obtuvo el 32,7%, mientras que los socialistas crecerían hasta 13 puntos.

Por detrás quedarían la coalición Patriotas Unidos (9,7%); el Movimiento por los Derechos y las Libertades (DPS), una formación de centro que representa a la minoría turca (9,5%); y la emergente agrupación populista Voluntad, del magnate Vaselin Mareshki (5,1%).

En el Parlamento de 240 escaños el derechista Bloque Reformador se sitúa justo en el umbral del 4% necesario para entrar en el Parlamento.

El resto del total de una veintena de formaciones que se presentaron en estos comicios no logró superar e ese límite. La participación en las urnas no llegó al 50%.

Borisov, que provocó la anticipación de estos comicios al dimitir en noviembre de 2016 debido al fracaso de su candidata en las elecciones presidenciales celebradas ese mismo mes, afronta ahora una difícil formación de un nuevo ejecutivo.

Ya en la campaña, tanto el GERB como los socialistas han rechazado aliarse para formar una gran coalición, por lo que a Borisov no le quedaría otra opción que buscar el apoyo de al menos otros dos partidos.

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