Lady Gaga deslumbra con un hit tras otro en la Super Bowl 2017

Lady Gaga, en la Super Bowl.
Lady Gaga, en la Super Bowl.
EFE
Lady Gaga, en la Super Bowl.

El show de Lady Gaga ocupó el esperadísimo medio teimpo del Superbowl de la NFL, donde deleitó al público de medio mundo con megaéxitos como sus arhiconocidos Pokerface, Born This Way o Telefone.

Con saltos al vacío, juegos pirotécnicos y hasta 300 drones que dibujaron estrellas, considerado el más caro de la historia de la Super Bowl, en el que Gaga impresionó a las más de 72 mil personas presentes en el Estadio NRG, en Houston, Texas y a los aproximadamante 110 millones de espectadores que se dieron cita a la gran final de los New England contra los Atlanta Falcons.

Vestida con un body plateado de manga larga con hombreras, pedrería dispuesta en líneas verticales y unas botas altas a juego, la rubia cantante entonó las primeras notas mientras detrás de ella el cielo parecía llenarse de estrellas. Se trataba, en realidad, de 300 drones de la compañía Intel que después dibujaron la bandera estadounidense, una parte del espectáculo que tuvo que grabarse antes de la Super Bowl para cumplir con las reglas gubernamentales sobre aviones no tripulados.

Lady Gaga se lanzó a continuación al vacío y, sostenida por cuerdas, comenzó a cantar desde una torre su éxito Pokerface, saltando y dando volteretas en el aire antes de bajar al escenario en medio de un despliegue de pirotecnia.

La diva anotó touchdown incluso antes del inicio del partido al elegir que su estancia en la ciudad de Houston fuera en una casa con precio de venta de 7.495,000 dólares.

De acuerdo a un reporte de la revista "About", cuando la casa es ocupada por un periodo corto, la mensualidad asciende a 45.059 dólares. La misma revista indica que Lady Gaga, quien ha ocupado un bajo perfil en su estancia en Houston, estará en la casa desde el 29 de enero hasta el 5 de febrero.

Gaga, que no se ha presentado en lugares públicos en Houston, pero que se desplaza a través de la ciudad en un auto Lamborghini negro, con el que arribó a la conferencia de prensa que ofreció. La finca de estilo mediterráneo se encuentra detrás de un muro de hierro en la zona Memorial (norte de la ciudad), una de las más prestigiosas de la ciudad.

Sin grandes gestos contra Trump

La actuación no incluyó grandes gestos contra Donald Trump, pero sí mensajes patrióticos y sutiles referencias a la integración de grupos como los homosexuales, los afroamericanos o los latinos.

La estrella del pop había prometido un concierto "interesante y emocionante" que tendría como únicos mensajes políticos los mismos que ha defendido durante su carrera: la necesidad de igualdad y la idea de que "el espíritu de este país es de amor, compasión y amabilidad", según adelantó al diario The New York Times.

En un momento de división política en EEUU, Lady Gaga quiso llamar a la unidad patriótica al comenzar su actuación desde lo alto del estadio NRG de Houston con una mezcla del himno God Bless America, la canción This Land Is Your Land y el juramento de fidelidad a la bandera.

La cantante optó por mensajes políticos sutiles, como su canción Born This Way, un himno en defensa de los homosexuales, y su breve entonación al comienzo del espectáculo de This Land Is Your Land, una oda antifascista escrita en 1940 por el cantante Woody Guthrie.

También abrazó a una joven afroamericana del público mientras cantaba Stay ("quédate"), el último verso de su nuevo sencillo Million Reasons, que tocó al piano mientras el estadio se iluminaba con farolillos anaranjados.

Muy dada a la provocación al comienzo de su carrera, especialmente en el vestuario, Lady Gaga evitó esta vez los disfraces fastuosos, aunque para entonar su primer éxito, "Just Dance", se enfundó una chaqueta dorada con pinchos en las hombreras, quizá como guiño a los atuendos con los que saltó a la fama en 2008.

Muchos fans esperaron, sin éxito, que Beyoncé apareciera en el escenario para cantar junto a ella "Telephone", el dueto que ambas popularizaron en 2009 y que finalmente interpretó Lady Gaga en solitario pese a los rumores sobre una posible intervención de la diva negra del pop.

No hubo, de hecho, ningún artista invitado en la actuación de este año, como sí ocurrió el pasado, cuando Beyoncé cedió parte del protagonismo al cantante Bruno Mars y el grupo Coldplay.

Hubo un cambio de vestuario casi al final, cuando Lady Gaga quiso rendir homenaje a la estética del fútbol americano con un top blanco con exageradas hombreras y una braga plateada mientras cantaba "Bad Romance" con bailarines que portaban los cascos típicos del deporte.

El broche final llegó justo después, cuando, al grito de "¡Super Bowl 51!", Lady Gaga tiró su micrófono al público y agarró un balón que le lanzaron antes de saltar al vacío desde una plataforma.

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