El proceso de selección de los candidatos a los premios cinematográficos siempre ha tenido un aura de misterio. Todo lo relativo al vasto y complejo mundo cinematográfico siempre lo tiene. Hay quien lo achaca a cierto complot institucional que elige a dedo a los candidatos; otros creen que hay razones económicas detrás de los resultados.

Lo cierto es que la realidad al final siempre es menos enigmática de lo que parece. En el caso de los Premios Goya, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España es la que se encarga de elegir las cintas candidatas a través de un proceso de selección mixto dividido en dos partes.

La Academia de Cine está formada por Miembros Numerarios, Supernumerarios, Miembros de Honor y Miembros Asociados, además de una Junta Directiva que gestiona todo lo relativo a la institución. Entre todos suman más de 1.200 académicos que escogen a los candidatos a través de un estricto sistema de votación.

Este proceso se divide en dos fases: en la primera los miembros tienen que elegir cinco candidatos a Mejor Película y Mejor Cortometraje de Ficción y cuatro por cada una del resto de categorías. No hay un orden específico; no es un sistema de puntos. Simplemente se eligen cinco títulos y los que más votos tienen son los seleccionados. Así de simple.

Esta primera ronda está compuesta por un sistema mixto de votación: de cada cuatro películas nominadas en cada especialidad, dos serán elegidas por el conjunto de todos los académicos y las otras dos serán elegidas por la propia Especialidad. La Junta Directiva de la Academia está dividida en catorce comisiones de especialidades (como pueden ser producción o dirección artística) que eligen a sus candidatos.

Si las dos películas más votadas por los académicos y las dos más votadas por cada especialidad no coinciden, las cuatro películas candidatas serán las dos más votadas de cada grupo. Si coinciden, siempre priorizará la votación del conjunto de los académicos sobre las demás.

Una vez se haya completado esta primera fase y se hayan proclamado públicamente los candidatos, comienza la segunda. En esta todos los académicos con derecho a voto reciben una papeleta con los candidatos nominados y tienen que elegir a uno por cada categoría. En caso de empate podrán proclamarse dos candidatos con los mismos derechos al premio, como ocurrió en 1990 con los cortometrajes de ficción Blanco y negro y El viaje del agua, aunque es una rareza.

Los resultados serán recogidos por un notario que los guardará en estricto secreto hasta el día de la entrega de premios. Ni siquiera el Presidente de la Academia (en este caso Presidenta, Yvonne Blake), sabe los resultados antes de tiempo. Son entregados en sobres sellados que se abren delante de las cámaras durante la gala.