El Ayuntamiento de Barcelona reclamará una modificación de la ley de haciendas locales para gravar a los pisos turísticos con un IBI más elevado, debido a su uso económico.

Así lo prevé el Plan Estratégico de Turismo 2020 que han presentado este lunes el teniente de alcalde de Promoción económica, Jaume Collboni, y el concejal de Turismo, Agustí Colom, una herramienta que también contempla gestionar los Espacios de Gran Afluencia (EGA) a través de medidas específicas consensuadas con los vecinos.

Para ello, este verano empezará una prueba piloto en los barrios de la Sagrada Familia y de la Barceloneta. No se descartan medidas que incidan en la movilidad o que vayan encaminadas a reducir los grupos de turistas, según ha apuntado Colom.

El plan, que es una hoja de ruta a consensuar para elaborar las políticas turísticas de los próximos cuatro años e incluye 10 programas con 30 líneas de actuación, también propone explorar otras medidas fiscales para gravar las actividades turísticas con más impacto. Así, contempla estudiar la creación de nuevas tasas, como por ejemplo una que afecte a los autocares que aparquen en determinadas zonas, como la de la Fuente Mágica de Montjuïc. El gobierno municipal ya incluyó esta tasa en su propuesta rechazada de Ordenanzas Fiscales.

Además, ha señalado Colom, el plan también propone subir la tasa de estancia turística "al nivel de otras ciudades europeas". Prevé, por otro lado, seguir reclamando que Barcelona reciba más porcentaje de esta tasa. Ahora recibe el 33% y Collboni ha apuntado que la Generalitat está ya dispuesta a que los municipios pasen a llevarse el 50%. "Es un avance pero no es suficiente", ha dicho.

Por otro lado, se contempla la puesta en marcha de la certificación Biosphere, recibida en 2011, que reconoce la ciudad como destinación sostenible que impulsa la gestión del turismo de forma responsable desde el punto de vista ambiental, cultural y socioeconómico.

Asimismo, se trabajará para mejorar la sostenibilidad laboral y por "los sueldos dignos en el sector", ha señalado Colom.

También está prevista la creación de un observatorio de la Destinación Barcelona e impulsar estudios sobre la ocupación que genera el turismo o la huella ambiental que este genera.

Además, el documento plantea redactar un Plan de Movilidad Turística que reduzca los impactos de esta actividad tanto en los servicios regulares de transporte público como en los de uso turístico específico.

En cuanto a las habitaciones turísticas, Colom ha apuntado que el consistorio espera que la Generalitat elebore el reglamento de la ley del turismo para que el Ayuntamiento pueda crear su propia ordenanza.