Daniel Brühl: "Hay que acercarse al lado oscuro en la historia de cada país"

  • El actor acaba de estrenar en España junto a Emma Watson la cinta 'Colonia Dignidad'.
  • "A veces es necesario hacer una mezcla con historias de amor o 'thrillers' para hacer digerible la realidad".
  • "Estoy contento de que Kevin Feige no me haya asesinado", bromea sobre su paso por la compañía Marvel.
Daniel Brühl, en una imagen de archivo.
Daniel Brühl, en una imagen de archivo.
GTRES
Daniel Brühl, en una imagen de archivo.

Más de uno conoció a Daniel César Martín Brühl González, más conocido como Daniel Brühl, en la entrañable Good Bye, Lenin! (2003). El actor  hispanoalemán saltó a la fama mundial con cine histórico, y es ese género el que sigue abrazando más de una década después en Colonia Dignidad, del también alemán Lorian Gallenberger. Su conexión con la historia de Alemania continúa, pero la dificultad del trabajo crece. Esta vez, da vida a un fotógrafo inmerso en la oscuridad de las relaciones entre Chile y el país durante el régimen de Augusto Pinochet.

Brühl ha crecido a nivel profesional y personal. A sus múltiples proyectos (entre otros, su aparición en cintas como Capitán América: Civil War o series como The Alienist, que prepara la cadena TNT) se suma el nacimiento de su primer hijo.

¿Cómo llegó a sus manos el papel de Colonia Dignidad

Ya conocía al director, Florian Gallenberger, porque habíamos trabajado juntos en John Rabe, que rodamos en China. Hace ya bastante tiempo, poco después de hacer esa película, me habló de una secta en Chile llamada Colonia Dignidad, y me interesó el tema.

¿Tiene algún tipo de conexión con Chile?

Sí, cuando yo era pequeño mi familia tenía contacto directo con chilenos exiliados. Mis padres tenían bastantes amigos chilenos, por lo que siempre tuvimos interés en lo que sucedió durante el régimen de Pinochet y tras el golpe de Estado.

A raíz de eso me enteré de qué era la Colonia Dignidad, aunque era un tema oculto para el público general. Poca gente en Alemania sabía cosas sobre ello, a pesar de la implicación del país, y a mí me pareció importante ponerlo al alcance de cualquiera.

¿Llegó a conocer a alguien que tuviera relación directa con la secta?

Sí, conocimos a un hombre que fue la fuente principal de información para la película. Él vivió en la secta toda su vida, nació y creció allí. Escucharle era casi insoportable, nos hablaba de un nivel de violencia, tortura y manipulación que superaba cualquier tipo de límite. Era tan horroroso que no podíamos enseñarlo en la película, habría sido demasiado duro y desagradable para el público. Igualmente, fue importante para nosotros que nos explicase cómo fue todo.

¿Así que las atrocidades cometidas solo se muestran en parte? 

Sí, porque contarlo de una u otra manera es decisión del director. En este caso fue necesario hacer una mezcla de ficción con una historia de amor y thriller para hacer la realidad más digerible.

¿Es necesario este tipo de cine de denuncia?

Es importante acercarse al tema de una manera u otra, para que salgan a la luz estos capítulos tan oscuros de la historia de nuestros países, en este caso tanto de Chile como de Alemania. El Gobierno y algunos políticos alemanes se habían ensuciado las manos. Se había creado un material muy escandaloso, y casi nadie conocía la historia.

¿Cree que Colonia Dignidad ha cambiado eso?

En muchos sentidos. El efecto positivo de la película es que se hizo un poco de justicia, salió el tema en los medios alemanes y algunos políticos ayudaron. Se encontró a un médico de la colonia, fue a juicio y ahora está en la cárcel. También el entonces ministro de Exteriores se disculpó en público. Son cosas importantes de cara a la historia. Me alegro de que una película pueda tener efectos como esos.

Hubo problemas para su estreno en Chile.

Sí, y no solo para el estreno. El rodaje se llevó a cabo en Luxemburgo y en Argentina, porque en Chile es un tema sensible que la gente aún no quiere tocar, y eso se extiende a producción y distribución en cine.

¿Se ve trabajando de nuevo en el cine español?

Sí, y tengo muchas ganas de volver. De hecho, hace poco hablé con mi representante para echar un vistazo a diferentes proyectos en España. He estado ausente, liado con otros proyectos, pero siempre hay hueco aunque sea para un pequeño papel. Quiero volver a España, aunque no sé cuándo sucederá.

¿No se le queda pequeño el cine español después de haber pasado por Hollywood?

Para nada, nunca se queda pequeño. Hay directores muy interesantes y un gran nivel. Se suma a que en España me siento como en casa, algo que también me pasa con el cine europeo. Para estar fresco como actor, tengo que tener ese contraste entre Marvel y una película europea. No sería feliz rodando solo grandes producciones, necesito tocar géneros diferentes.

¿Volvería a trabajar con Marvel?

Sí, aunque depende de ellos. De momento, estoy contento de que Kevin Feige no me haya asesinado [risas]. Con ellos nunca se sabe, pero aunque se supiera no podría decir nada; son cosas secretas y tendría mucho miedo de acabar en la prisión de Marvel. Aunque no es la Colonia Dignidad, asusta igual.

También tiene un nuevo proyecto, The Alienist, una serie para la televisión estadounidense.

Sí, uno muy divertido. Tengo un personaje bastante interesante, una mezcla de psicólogo y detective. Se centra en Nueva York en 1896, durante los inicios de la criminología, y habla de esos primeros investigadores que intentaron entender a un asesino en serie a través de la psicología. Estoy emocionado porque me encanta el proyecto, los guiones y el reparto. Creo que me lo voy a pasar muy bien con Luke Evans y Dakota Fanning.

¿Ser padre le ha cambiado la agenda?

Duermo menos, eso sí [risas]. Cambian las cosas y hay que organizar la vida de otra manera, pero es absolutamente precioso. Me encanta ser padre y estoy orgulloso de tener al pequeñajo. Significa dedicar más energía y más tiempo, lo que te obliga a renunciar a proyectos o reorganizarlos. l

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