Condenan a un menor que robó en una peluquería a aprobar un curso de corte de pelo

  • El joven, de origen marroquí, presentaba una trayectoria irregular en los estudios y se pasaba el día en la calle sin realizar ninguna actividad.
  • El 5 de mayo de 2016 forzó la persiana de una peluquería, rompió el cristal y robó 600 euros y un secador de pelo.
  • La condena ha sido emitida por el juez Emilio Calatayud, famoso por sus sentencias ejemplares.
El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud.
El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud.
EUROPA PRESS/RICARDO GROBAS
El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud.

Un menor que robó 600 euros y un secador de una peluquería en Granada ha sido condenado a aprobar un curso de corte de pelo. La sentencia ha sido emitida por el titular del Juzgado de Menores 1, Emilio Calatayud, quien es conocido por sus sentencia ejemplares y poco habituales.

El joven pertenece a una familia numerosa de origen marroquí que lleva en España 19 años y que subsiste con un sueldo de menos de 700 euros. El acusado presenta una trayectoria irregular en los estudios y se pasa el día en la calle sin realizar ninguna actividad, relacionándose con mayores de edad.

El 5 de mayo de 2016, sobre las 2.15 horas de la madrugada, el chaval forzó la persiana de una peluquería y rompió el cristal de la puerta. Tras acceder al interior, robó 600 euros en efectivo que la propietaria guardaba en una lata y se llevó un secador de pelo valorado en 160 euros. Los daños, en principio aparatosos, fueron cubiertos por el seguro del negocio.

Después de su detención y juicio, Calatayud ha dictaminado que lo mejor para el joven, que siempre ha querido dedicarse a la peluquería, será aprobar un curso de estilismo como condena. Él mismo ha ofrecido su pelo para que el joven realice el examen: un corte profesional que llevará a cabo frente a un profesor.

Emilio Calatayud ha suscitado numerosas polémicas por sus sentencias: condenó a un hacker a impartir mil horas de informática gratuita a jóvenes; un conductor temerario tuvo que patrullar 100 horas junto a un policía local; otro tuvo que acompañar a los bomberos tras haber quemado varias papeleras, etc. Hay quien considera que este tipo de medidas son adecuadas y fomentan la reinserción y otros que critican que no se tenga 'mano dura' con los acusados.

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