Cada vez más zaragozanos se decantan por utilizar la bicicleta para desplazarse por la ciudad, a pesar de las escasas infraestructuras y servicios que hay en la actualidad. Los planes para construir nuevos carriles bici están estancados, aún no se han puesto en marcha nuevas zonas de tráfico lento (a 30 km/h sólo se circula en Independencia) y Zaragoza está a años luz de otras ciudades en el alquiler de bicicletas.

En los últimos cinco años, la venta de bicicletas de uso urbano se ha disparado y cada vez hay más ciclistas desplazándose de casa al trabajo o a la Universidad.

Recicleta , una de las grandes tiendas especializadas de Zaragoza, vende en torno a mil bicicletas al año. De ellas, el 80% ya son urbanas. «Es el doble que hace cinco años y ya estamos incluso especializándonos en este tipo de medio de transporte», explica David Arribas, de Recicleta.

El exceso de tráfico rodado, la dificultad para encontrar aparcamiento y las dilatadas frecuencias de muchos autobuses urbanos son las principales razones que llevan a muchos zaragozanos a elegir la bicicleta.

«Casi desde cualquier barrio se puede llegar al centro en bicicleta en poco más de un cuarto de hora; y eso sin contar que para aparcar la bicicleta no hay que emplear media hora», asegura David. Para Fernando Gracia, gerente de la tienda Bicicletas Sprint, el problema residen en las escasas infraestructuras de la ciudad, «que dejan mucho que desear».

Piden más carriles bici

En Zaragoza hay en la actualidad casi una treintena de kilómetros de carril bici. En los últimos tres años se han construido tan sólo una decena y, aunque hay un plan para llegar a los 94 para la Expo, pocoas tramos discurren por zonas del centro urbano.

«Pedimos un planteamiento global que incluya zonas de tráfico lento, un menor uso del coche y más concienciación ciudadana», explica Ramón Lambán, portavoz de Pedalea .

Una bicicleta normal, 250 euros

Una bicicleta normal para circular por ciudad puede costar un mínimo de 250 euros. Las tiendas especializadas se quejan de que las grandes superficies venden modelos más baratos, pero también de poca calidad, que se averían pronto.