¿Se imagina que le dicen que no puede coger un tren porque no ha avisado? Pues eso es lo que les puede ocurrir a las personas minusválidas que quieran viajar solas en los trenes de Renfe si no avisan con dos días de antelación.

Desde el pasado mes de julio, los más de 120.000 asturianos con movilidad reducida tienen que llamar al 902 240 505 si necesitan ayuda para a subir o bajar al convoy.

«Avisando 48 horas antes se puede garantizar que haya alguien en las estaciones esperando a las personas que van en silla de ruedas sin acompañante. Antes, llegaban y si había alguien que les pudiese ayudar lo hacían, pero no había ninguna garantía», explican en Renfe.

El problema de accesibilidad está sobre todo en las líneas de cercanías, donde «existen apeaderos que no carecen de personal y trenes que aún no están adaptados».

Concretamente, en el Principado sólo están adaptados los Talgo que van a Madrid y a Alicante y cuatro trenes Civia de cercanías que realizan 40 de los 180 servicios que se hacen al día en la región . Por tanto, cuatro de cada cinco trenes de cercanías de Asturias aún no están adaptados.

Una lucha antigua

Pese a que la normativa que obliga a avisar para coger el tren es nueva, desde Aspaym (Asociación de parapléjicos y grandes discapacitados) aseguran que el tomar el tren por parte de un discapacitado «es una lucha que tenemos desde hace tiempo porque en la mayoría de los trenes no se puede viajar en silla de ruedas».

El presidente de Aspaym, Natalio Rodríguez, reconoce que nunca se quedó sin viajar por no avisar, pero que si ha tenido que pedir ayuda a algún viajero para bajar del tren».