Fernando Blanco, padre de la niña Nadia que este viernes ha declarado en el juzgado por presunta estafa— llevaba encima 1.450 euros en efectivo y un arma de fogueo cuando fue detenido en la Seu d'Urgell (Lleida) por los Mossos d’Esquadra el pasado 7 de diciembre.

Según ha informado la policía autonómica en una nota, Blanco, de 52 años, había huído previamente de un control en la Cerdanya que se había activado ante el riesgo de fuga. Además de esas dos cosas, Blanco tenía dos relojes, varios dispositivos electrónicos "de alta gama" y cartuchos de rifle.

En el registro de la vivienda familiar, en Fígols d’Organyà (Lleida), los Mossos se incautaron además de 1.845 euros, 32 relojes de alta gama valorados en 50.000 euros, una estilográfica, un ordenador, tres tabletas electrónicas, tres teléfonos móviles y marihuana. La esposa de Blanco, de 44 años, fue detenida el mismo día.

Los Mossos explican que el número de afectados por la supuesta estafa cometida por el matrimonio sería, según sus estimaciones, "muy elevado". Habrían recadudado, en total, 918.000 euros de los que se habían gastado unos 600.000, dice la nota; ninguno en las intervenciones médicas para las que iba a ser destinado.

De los movimientos bancarios se desprende que la asociación creada para recaudar fondos para la menor pagaba el alquiler de la casa, 9.800 euros anuales, y también que la familia había hecho un pago a una empresa de automoción por valor de 24.500 euros.

Entre el 28 de noviembre y el 5 de diciembre, la recaudación de los padres a través de varios medios de comunicación ascendió a unos 300.000 euros. El saldo en sus cuentas bancarias, bloqueadas por el juez, asciende a 319.676 euros y de sus movimientos se desprende una gran cantidad de reintegros y gastos sin relación con el tratamiento médico de la menor.