El juez retira la custodia de Nadia a sus progenitores y decreta prisión sin fianza para el padre

Marga Garau, la madre de Nadia, la niña de 11 años afectada de una enfermedad rara, sale de los Juzgados de La Seu d'Urgell después de su declaración.
Marga Garau, la madre de Nadia, la niña de 11 años afectada de una enfermedad rara, sale de los Juzgados de La Seu d'Urgell después de su declaración.
EFE
Marga Garau, la madre de Nadia, la niña de 11 años afectada de una enfermedad rara, sale de los Juzgados de La Seu d'Urgell después de su declaración.

El juez del caso Nadia ha atendido este viernes la petición de la Fiscalía y ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para Fernando Blanco, el padre de Nadia, en la causa sobre la supuesta estafa con los donativos para tratar a la niña de 11 años.

Según consta en el auto, la prisión se acuerda por la gravedad de la pena, la especial implicación del investigado en los hechos que se le imputan, capacidad económica, falta de arraigo y la posibilidad de destruir pruebas. Asimismo, se señala la "evidente facilidad" de salir de España, por lo que concluye que existe un notable riesgo de fuga y reiteración delictiva.

En el caso de la madre, Marga Garau, el titular del juzgado de instrucción número 1 de La Seu d'Urgell la deja en libertad con cargos con la obligación de comparecencias periódicas, porque se considera que no hay riesgo de fuga. En todo caso, suspende a los progenitores la patria potestad de la niña, un hecho que se comunicará a la Generalitat.

Retirada de la custodia

"De las explicaciones ofrecidas por la investigada en su declaración, parece que se carece de las aptitudes necesarias para el cuidado de la menor". En este sentido, ha observado que la exposición mediática a la que está sometida la menor en la actualidad, como consecuencia del descubrimiento de la presunta estafa cometida por sus padres, hace recomendable "una urgente salida del ámbito en el que se encuentra".

El juez considera que la niña podría haber alcanzado la condición de víctima, al haber podido sufrir lesiones psíquicas e incluso físicas si no recibió el tratamiento pertinente, por lo que ha dictaminado que será una una tía materna con residencia en Mallorca la que tendrá la custodia de Nadia, y ha propuesto un régimen de visitas de fines de semana de viernes a domingo en presencia familiar materna.

Al matrimonio, que ha declarado este viernes ante el juez, se le atribuye un delito de estafa en la captación de donativos para tratar a su hija, que sufre una enfermedad rara. El magistrado inició una investigación por presunto delito de estafa después de que varios medios publicaran que había irregularidades en el relato del padre, que ha recaudado unos 150.000 euros en donativos tras explicar que tenía que operar a Nadia en EE UU. El informe de los Mossos asegura que la familia gastó en fines particulares 600.000 de los 918.000 euros recaudados.

"Los investigados habrían convertido la beneficencia como su modo de vida, sirviéndose para ello de su hija menor de edad", ha señalado el juez, que ha dicho que del estudio de la cuenta vinculada a la Asociación Nadia Nerea para la tricotiodistrofia y enfermedades raras de Baleares se desprende una clara utilización de la misma para costear la vida de los padres de la menor.

Viajes, hoteles, restaurantes...

Según el juez, del estudio de las cuentas de la pareja se desprende una "clara utilización de las mismas para costear la vida de los investigados", ya que son "constantes" los cargos por conceptos ordinarios tales como supermercados, ferreterías, grandes centros comerciales, viajes, hoteles, restaurantes, tiendas de electrónica, comercio electrónico, alarma del domicilio o gastos de telefonía.

"Y así una larga lista de gastos ordinarios", apunta el juez, que destaca entre otros el pago del alquiler de la vivienda de la familia.

El juez ve poco creíble la versión exculpatoria del padre, que ha alegado que los 30.000 euros anuales que obtenía de su actividad profesional —una tienda de vinos y charlas de motivación— los ingresaba en la misma cuenta de los donativos, sin realizar distinciones de dinero, ya que no llevaba ninguna contabilidad ni pagaba impuestos por su negocio.

"Resulta de todo punto imposible que con unos ingresos anuales que rozan escasamente los treinta mil euros, se pueda sostener un alquiler de diez mil euros anuales y adquirir vehículos de 25.000 euros. Por necesidad, de esa confusión de caudales antes descrita, tuvieron que destinarse donaciones para gastos particulares de los progenitores", insiste el juez.

Para el juez, "clama al cielo" la interminable sucesión de reintegros en efectivo realizada por los investigados, existiendo semanas en las que llegaban a extraer diez mil euros en efectivo.

También pone de relieve que varios médicos del entorno de la menor han asegurado que no han atendido a la niña, salvo para contingencias comunes, así como la reticencia de los progenitores en que estos profesionales atendieran a la menor, con lo que cree que pretendían ocultar o bien que no sufre la enfermedad rara en cuestión o bien que no recibía el tratamiento para el que los padres recaudaban el dinero.

El juez también recrimina a la madre que haya sostenido que "en ningún momento" se preocupó por que su hija viajara —como dijo públicamente el padre— a un país en guerra (Afganistán), ya que desconocía la situación de aquel país, o que no le pareciera sospecho que después de pasar quince días en hospitales de Houston volvieran sin papeles médicos o que tras las supuestas operaciones no tuviera cicatrices.

"La investigada aseguró que no acompañaba a su marido e hija a los tratamientos, ya que no soportaba ver a su hija recibiendo los mismos. No obstante, reconoció haber estado este septiembre en Palma de Mallorca en el Hospital. Es decir, no acompañaba a los tratamientos ficticios por no ver sufrir a su hija, pero sí a los tratamientos en hospitales reales, a pesar de que se le practicaran tratamientos igual de dolorosos", remarca el juez.

El padre se declara inocente

En el auto, el magistrado ha explicado que la madre de Nadia ha asegurado en su declaración que desconoce los gastos y reintegros hechos a través de la cuenta de la asociación; que no se preocupó porque su hija viajara a Afganistán por presuntos motivos médicos, o que, después de pasar 15 días en Houston, el padre volviera sin papeles médicos ni le recetaran ninguna medicina.

A su vez, la investigada ha expresado que no acompañaba a su marido y a su hija a los tratamientos porque no soportaba ver a su hija recibiendo los mismos, aunque ha reconocido haber estado este septiembre en un hospital en Palma: "Es decir, no acompañaba a los tratamientos ficticios por no ver sufrir a su hija, pero sí a los tratamientos en hospitales reales, a pesar de que se le aplicaban tratamientos igual de dolorosos.

El abogado y portavoz de la familia de Nadia, Alberto Martín, ha explicado en declaraciones a los medios a su salida del juzgado que la madre se podrá comunicar con su hija, y ha afirmado que el padre se ha declarado inocente ante el juez: "Ha asegurado que todas las cantidades recibidas se han destinado a tratamientos para la niña".

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