Pablo Iglesias contestó este lunes al artículo publicado en 20minutos por Íñigo Errejón, exigiendo al responsable político de la formación y al resto de los miembros de Podemos que no utilicen los debates ideológicos internos para hacer "propaganda".

A pesar de que la posición de la Dirección era no comentar el texto y aplazar el debate a la próxima asamblea nacional, Iglesias decidió marcar posición después de que la tribuna alcanzase una difusión masiva en los canales internos de Podemos y en las redes sociales: "Escribimos para reflexionar, no para hacer campañas internas ni HT [hashtag, las etiquetas usadas en Twitter para agrupar temas y que Errejón había utilizado horas antes]".

Ramón Espinar, nuevo secretario general de Madrid, respaldó a su jefe de filas y reclamó que la discusión vaya más allá de las "disputas internas".

En su texto, Errejón discrepaba abiertamente del giro imprimido por Iglesias, que, de la mano de Izquierda Unida y del sector de Anticapitalistas, apuesta por un proyecto que centre su discurso en la "condición social" de los votantes y, en especial, en la clase obrera. "Hay que ser claros y dejar de disputar absurdamente la supuesta pureza de nuestros inicios: el Podemos que necesitamos no debe parecerse al Podemos que nació hace tres años", llegó a escribir el secretario general en el diario Público.

Iglesias cree que el nuevo Podemos no tiene por qué parecerse al de su nacimientoSu secretario político, sin embargo, proponía mantener el espíritu "tranversal", "plural" y "descentralizado" que dio origen al partido para superar a la "izquierda tradicional", combatir los intentos de marginalización por parte de sus rivales políticos y esquivar el riesgo de ser una "minoría ruidosa" en las instituciones, como ocurrió, a juicio de los más críticos, con la decisión de ausentarse del minuto de silencio en recuerdo de la fallecida Rita Barberá.

La respuesta de Iglesias sorprendió al sector errejonista por su contundencia. "Es evidente que le ha molestado, pero los debates en una organización deben de ser en abierto, como él mismo ha dicho muchas veces", valoró un dirigente del partido en conversación con este diario. "Hemos entrado en una deriva negativa y deberíamos salir de este enconamiento, porque nos puede pasar factura", añadió un diputado autonómico.

La efervescencia de la disputa entre las dos almas del partido tiene como marco la segunda asamblea estatal de Podemos -conocida como 'Vistalegre 2', en referencia al congreso fundacional celebrado en octubre de 2014-, que se celebrará durante la primavera del año que viene y a la que ambos bandos quieren llegar con sus respectivos bloques tensionados. Las reglas del cónclave deberán ser aprobadas por el Consejo Ciudadano nacional a propuesta de Pablo Echenique, secretario de Organización, que ya ha iniciado una ruta por las distintas comunidades autónomas para recoger las sugerencias de las bases del partido.

Íñigo Errejón ha descartado enfrentarse a Pablo Iglesias por la Secretaría General, pero sus partidarios creen que hay un amplio margen para que se acepten sus tesis. "Aún no sabemos en qué términos se jugará la victoria, pero la parte de los documentos políticos es muy disputable. La posición de Íñigo es mayoritaria, incluso entre los que quieren a Pablo como líder", asegura un cargo público de la formación.

Con un censo por actualizar de 398.000 militantes -de los que solo unos 170.000 permanecen realmente activos- todo puede pasar. "Es imposible medir las fuerzas en Podemos. Nadie sabe calcular con 400.000 inscritos", sostiene un dirigente próximo a Iglesias.