El Ayuntamiento de Valencia ha comenzado la elaboración de los estudios sobre la posibilidad de cobrar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a edificios propiedad de la Iglesia que tengan fines lucrativos. Así lo ha anunciado el alcalde, Joan Ribó, que ha recalcado que la intención no es aplicar esta medida a lugares de culto o finalidad sociales, sino a aquellos que tengan un objetivo comercial.

El primer edil ha aseverado, en declaraciones a los medios de comunicación antes de comenzar el pleno del Ayuntamiento, que "es bueno que todas las creencias religiosas tengan sus lugares de culto y estén exentas del pago del IBI, al igual que lo están las ONG". Sin embargo, ha hecho notar que "otra cosa" son instalaciones a las que se le está dando un uso comercial.

En este sentido, ha puesto como ejemplo de inmueble que "sí debería pagar el IBI" un "garaje, propiedad de una parroquia, que está en definitiva utilizándose de una manera comercial". "Parece normal, razonable y equitativo" que abone esta tasa como los demás, ha argumentado el primer edil.

"Estamos haciendo los estudios, es un tema que yo personalmente voy a estudiar y me parece de justicia que cualquier garaje, sea de una de confesión católica, islámica o de cualquier tipo, si hace negocio con ese pague el IBI como lo paga cualquiera".

El consistorio valenciano tiene previsto llevar esta propuesta a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) al considerar que, el hecho de que la Iglesia no pague el IBI por locales que se destinan a usos lucrativos, pone en desventaja a otras entidades que sí tienen que abonarlo.

El pleno del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado este jueves, inicialmente y en la sesión ordinaria de noviembre, el presupuesto del consistorio para 2017, que asciende a 786.384.770 millones de euros, así como el consolidado, que alcanza los 869.925.178 euros y en el que se incluyen organismos autónomos, fundaciones y empresas municipales. Las cuentas del próximo año han salido adelante con el voto a favor del gobierno local que conforman Compromís, PSPV y València en Comú y con el rechazo de los dos grupos de la oposición, PP y Ciudadanos (C's).

El ejecutivo que preside Ribó ha destacado que el 76 por ciento de estas cuentas, que volverán al pleno para su aprobación definitiva el próximo mes, se destina a programas que mejoran el bienestar de la ciudad y que crecen en 33 millones respecto a 2016 a través de fondos propios y "sin aumentar los impuestos".

A pesar de ello, tanto el PP como C's han negado esta última afirmación y han asegurado que en los presupuestos del próximo año "la recaudación de los impuestos aumenta en 24 millones de euros". El portavoz popular, Eusebio Monzó, ha señalado que con estas cuentas "vuelven a subir los impuestos" y "se mantiene la subida hecha el año pasado", tras lo que se ha referido al IBI, como también ha hecho el portavoz de C's, Fernando Giner.

Monzó ha destacado que el gasto social "no incrementa" y "no se prioriza", al tiempo que ha censurado aumentos como el de "personal eventual en gabinetes" y ha criticado que no se consolide el empleo y que no se ayude al comercio. Giner ha lamentado el incremento que afectará a la hostelería por las terrazas, la reducción en vivienda social y que "deje de invertir en jardines", además de protestar por la "falta de transparencia en las fichas de gasto" y por la dificultad para "hacer seguimiento de inversiones".

En respuesta a la oposición, el primer edil ha afirmado que en los presupuestos de 2017 "no ha incrementado ningún impuesto" y que tanto estos como las tasas "o se congelan o disminuyen", tras lo que ha citado como ejemplo el ICIO. Respecto al IBI ha dicho que "se mantiene igual" y que si hay subida no procede del Ayuntamiento sino del aumento ordinario de la matrícula y la regularización hecho por el catastro.