El Ararteko, Iñigo Lamarca, pidió ayer a los ayuntamientos vascos "que se pongan las pilas" a la hora de abordar el problema de la inmigración. Para el Defensor del Pueblo vasco el camino a seguir está claro: el empadronamiento. Según Lamarca, a los sin papeles que no están empadronados se les niegan derechos básicos como "los sanitarios, los educativos o los de protección social".

Es por esto que ayer pidió la posibilidad de empadronamiento para todos los inmigrantes, incluso para los que no tienen un domicilio fijo, requisito indispensable para acceder al padrón. "Toda persona tiene derecho a figurar en el padrón del municipio en el que reside y los poderes públicos tienen la obligación de dotar de personalidad jurídica a todos los residentes de su pueblo", recalcó.

Lamarca propuso un empadronamiento con efectos retroactivos, que permita a las personas extranjeras empadronarse desde el momento en que se inicia su residencia y no en el que sea aprobada su solicitud de alta.

Planteó también, un "empadronamiento ficticio social", que posibilite a los que tienen dificultades para demostrar un alojamiento en un municipio empadronarse en los servicios sociales de base o en el domicilio de algunas entidades sociales encargadas de su atención.

El Ararteko reconoció, además, que algunos municipios, como Bilbao o Getxo, ya están tomando medidas al respecto, pero que "la gran mayoría no hace nada".

El sueño latinoamericano

"Tenemos que decidir si vamos a seguir contratando guardias para los aeropuertos y construyendo regulaciones para tratar a la gente igual que al ganado en la Edad Media". Esta reflexión la realizó ayer el lehendakari, durante su visita a Chile. Desde el sur de América, Ibarretxe instó a la Unión Europea a tener una mirada "más limpia" hacia los países de América latina.

Consideró que desde los estados Europeos no existe suficiente conciencia de la "importancia que para nosotros tiene" América latina. Y terminó con una frase redonda: "Soy europeo pero creo en el sueño latinoamericano".