Javier Fernández marca el camino de la abstención a un grupo socialista dividido

  • "El edificio político del PSOE está muy dañado, pero conservamos el solar", afirma el presidente de la gestora.
  • Fernández dice a diputados y senadores que "abstenerse no es apoyar" y que hay que elegir entre abstención o elecciones porque "no hay alternativa".
  • Una mayoría de parlamentarios aboga en la reunión de grupo por evitar comicios y los partidarios del ‘no’ critican el "derrotismo".
  • Otros 19 se quedaron sin hablar por falta de tiempo, entre ellos leales a Sánchez.
  • Margarita Robles avisa que ella no indultará al PP con su voto y Odón Elorza pide libertad de voto "en conciencia" en la investidura.
El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández (c), acompañado por el portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, (i) y el del Senado, Vicente Álvarez Areces (d), durante la reunión que diputados y senadores socialistas han celebrado este martes en el Senado.
El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández (c), acompañado por el portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, (i) y el del Senado, Vicente Álvarez Areces (d), durante la reunión que diputados y senadores socialistas han celebrado este martes en el Senado.
EFE
El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández (c), acompañado por el portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, (i) y el del Senado, Vicente Álvarez Areces (d), durante la reunión que diputados y senadores socialistas han celebrado este martes en el Senado.

"Un solar" con un edificio "muy dañado" que se mueve "en el territorio del mal menor". Ese es el PSOE que dibujó este martes el presidente de la gestora del partido, Javier Fernández, ante los diputados y senadores socialistas, convocados en la Cámara Alta y a quienes Fernández aseguró que "no hay alternativa", sino "una disyuntiva" entre la abstención a un Gobierno de Mariano Rajoy o nuevas elecciones.

De esta manera, el presidente asturiano, que hace solo unos días afirmaba que "la política exige convivir con la decepción", marcaba el camino a los parlamentarios socialistas de cara a una posible investidura del líder del PP la semana que viene, y a solo cinco días de que se celebre, el próximo domingo, el Comité Federal del PSOE que deberá abordar esa decisión.

"Abstenerse no es apoyar (...) Se puede ser el primer partido de la oposición y no ser alternativa de Gobierno", explicaba Fernández, que aprovechó su intervención para arremeter contra Podemos y abogó por resolver la crisis del PSOE "en un "congreso de reconstrucción".

Y así, en un grupo parlamentario profundamente dividido y sobre el que planea el fantasma de la ruptura de la disciplina de voto, la opción de la abstención se fue abriendo paso en un clima de "derrotismo asfixiante", según las palabras de uno de los diputados alineados con el 'no' a Rajoy que defiende el ex secretario general, Pedro Sánchez, ausente de la reunión.

De los 17 parlamentarios que tomaron la palabra, solo tres defendieron mantener el no a Rajoy, aunque al menos otros 19 se quedaron sin poder hablar por falta de tiempo, entre ellos muchos leales a Sánchez como la asturiana Adriana Lastra y la murciana María González Veracruz.

El primero en hablar tras Fernández fue Eduardo Madina, exrival de Sánchez por la Secretaría general. El diputado vasco evitó decir la palabra abstención, pero abogó por dejar gobernar a Rajoy e insistió en que unas terceras elecciones "serían un fracaso". A su entender, desde el Congreso se puede colocar al PP en una posición "infernal". Este argumento, secundado por varios, fue duramente contestado más tarde por el diputado del PSC Marc Lamuá, que dijo que "cuando se hinca la rodilla, para algunos es más fácil quedarse así que levantarse" y que así no se puede "hacer oposición". Así,  reclamó a la gestora que  busque la "mejor fórmula" de votación que permita reflejar la pluralidad que hay en el PSOE, en lugar de intentar mostrar una "hegemonía artificial y artificiosa".

En la línea de evitar nuevos comicios se manifestaron todos los diputados andaluces que tomaron la palabra, al tiempo que insistieron en la necesidad de que los parlamentarios acaten lo que diga el Comité Federal y actuén "todos a una", rehuyendo así la posibilidad de una abstención de solo 11 diputados (los que necesita Rajoy para ser investido).

A las voces de los andaluces Francisco Menacho, José Caballo, José Martínez Olmos y Gregorio Cámara se sumaron las del extremeño Ignacio Sánchez Amor, así como los senadores Marcelino Iglesias y Vicente Álvarez Areces, nuevo portavoz en el Senado, entre otros, para defender la abstención. Destacó también el expresidente manchego José María Barreda último en hablar y que pidió "desdramatizar" la abstención porque sería solo, a su juicio, una decisión "táctica y puntual".

Cambios de posición

A los defensores de las tesis de Sánchez les escoció especialmente las intervenciones del murciano Pedro Saura y el andaluz José Andrés Torres Mora, que hasta hace poco habían defendido firmemente el ‘no’ a Rajoy y ayer se sumaron a la mayoría de quienes intervinieron a favor de la gestión de la gestora y de la abstención. El PSOE afronta una "situación compleja" en la que hay que poner "más cabeza que corazón", dijo Saura según algunos de los asistentes, que añaden que hizo un llamamiento a la unidad del grupo. Horas antes, en una entrevista en Telecinco, el diputado y alcalde de Móstoles, David Lucas, también cambiaba de posición y pasaba a defender un "gobierno en minoría del PP" antes que nuevas elecciones.

Del lado contrario, el diputado vasco Odón Elorza apeló al artículo 33 del reglamento de su grupo para pedir que se deje a los diputados "libertad de voto por razones de conciencia". También reivindicó el gobierno alternativo que, en su opinión, buscaba Sánchez, y que "no se pudo intentar porque se boicoteó al secretario general. "La pacificación" del PSOE no se producirá en una votación "a la búlgara, sino cuando se convoquen primarias y se consulte a la militancia", concluyó.

Por su parte, la diputada Margarita Robles criticó el "discurso catastrofista" de Fernández, con el que dijo no sentirse indentificada. No solo se reafirmó en votar no a Rajoy para no "indultar al PP", sino que advirtió de que ni piensa ausentarse de esa votación, ni va a dimitir como diputada, una opción que han defendido desde el PSOE andaluz para los parlamentarios que no quieran acatar lo que diga el Comité Federal en caso de que se i9mponga la abstención, como es previsible. "Les dijimos a los ciudadanos que veníamos a desalojar al PP y hay que cumplir los compromisos", dijo Robles.

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