Cinco mujeres y un niño han muerto en un bombardeo de aviones de combate sobre un campamento de desplazados situado cerca de Al Juin, en la provincia de Idlib, en el noreste de Siria. Los misiles han provocado además varios heridos, según una información del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos recogida por la televisión kurdo-iraquí Rudaw.

El Observatorio también ha comunicado que los aviones de combate bombardearon otras áreas de Idlib, incluídas las poblaciones de Al Alia y Kafrdbin, en la zona de Jis al Shughur, en el oeste de la provincia, y a las afueras de la ciudad de Ariha, en el sureste de la provincia. No se han registrado muertes de civiles por estos ataques.

Aunque han sido los aviones rusos y sirios los que han estado frecuentemente bombardeando a los grupos opositores en Idlib y Alepo, el Observatorio no ha podido identificar qué aviones de combate llevaron a cabo los últimos ataques.

La mayor parte de la provincia de Idlib está bajo control de Jaish al Fatá, una coalición de grupos islamistas que se oponen al régimen sirio. El Gobierno, por su parte, afirma que todos sus ataques en Idlib y Alepo tienen la intención de alcanzar a los terroristas, nunca a los civiles.

El sábado, la ONG Red Siria para los Derechos Humanos publicó un informe en el que afirma que 1.176 civiles murieron en Siria en septiembre, incluidos 192 niños y 163 mujeres.

"Las fuerzas rusas y del régimen han violado el Derecho Humanitario, que garantiza el derecho a la vida", ha dicho la ONG.

El pasado jueves, el embajador sirio ante Naciones Unidas, Bashar al Jaafari, negó que el régimen fuese responsable de la muerte de civiles. "El Gobierno sirio no bombardea a civiles. Estas personas son nuestra propia gente. No bombardeamos a civiles, no matamos a civiles", afirmó Al Jaafari.