Durante años, la comunidad científica ha creído que las ranas y sapos contaban con seis posturas para copular. Ahora, una nueva posición se ha unido a su particular kamasutra, según un grupo de investigadores de la universidad de Nueva Delhi publicado en la revista PeerJ.

La nueva colocación, denominada "montura dorsal", tiene, al igual que las seis anteriores, el objetivo de fertilizar los óvulos fuera del cuerpo de la hembra, algo que distingue esta copulación de la realizada por los mamíferos.

El descubrimiento se ha confirmado tras una investigación de cuarenta noches, en las que los científicos estudiaron machos de ranas nocturnas Bombay siguiendo sus llamadas de apareamiento y grabando el acto cuando la hembra aparecía.

Según la descripción, cuando la hembra establece contacto físico, el macho trema sobre su espalda. En lugar de agarrarla por las axilas o la cabeza, como en otras especies, el macho coloca sus manos en la hoja, rama o tronco. El acto dura unos 13 minutos, tras el cual la hembra se arquea y el macho se desmonta.

Después de depositar los huevos, la hembra se queda inmóvil durante varios minutos y se marcha.

No obstante, otro científico indio ajeno al estudio cuestionó la nueva posición, argumentando que el esperma tendría dificultades para llegar a los huevos desde la espalda de la hembra.