La alemana Jamie-Lee, representante del país germano en el Festival de Eurovisión 2016, ha puesto el punto más friki al concurso de este año con un estilismo de tipo japonés adornado con flores, lacitos e incluso muñecos de peluche.
La canción que ha defendido, Ghost, es un tema synthpop que ha sido interpretado en un escenario de tonos morados y una iluminación sobria.
La cantante, que se ha declarado fan de la música pop japonesa, no ha podido evitar la última posición que su país obtuvo el año pasado con Ann Sophie y su Black Smoke, que no fue capaz de conseguir un solo punto de los países participantes.
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