La cantante madrileña Barei fue elegida el pasado 1 de febrero como representante de España para el festival de Eurovisión de 2016 que tendrá lugar el 14 de mayo en el Globen Area de Estocolmo.

Aunque estas últimas semanas están siendo un sueño para la artista, en una entrevista a Olga Viza para Marca, se sinceró sobre su vida. "Justo antes de presentarme a Objetivo Eurovisión estaba a punto de dejar la música, no podía más, estaba súper cansada. Nunca esperé nada, no quería ser Rihanna, pero sí me imaginaba estar viviendo de esto. Llevaba 15 años invirtiendo esfuerzo, tiempo y dinero y nunca llegaba la cosecha", confesó.

La joven de 34 años estudió arquitectura de interiores y pensó en dedicarse a ello pero "seguir componiendo, como he hecho para Malú, Edurne o para Japón pero me planteé dejar mi carrera de cantante", matizó.

La artista ya se encuentra entre los diez favoritos de esta edición su sencillo en inglés Say yay!. Desde el 17 de abril, se encuentra inmersa en los ensayos finales tras hacer una gira promocional por Europa que la llevó a visitar Riga, Ámsterdan y Londres.

"¿Qué es ser familia de bien?", se pregunta Barei para responder sobre una de las polémicas que la envolvieron cuando venció el programa de TVE. "Dijeron que mi familia había comprado mi victoria", comentó. "Mi suerte en la música me la he buscado yo, nadie me ha regalado nada. Está mi madre, que me ha ayudado, eso sí, pero si he llegado hasta aquí ha sido a pico y pala", enfatizó la madrileña.

Su principal miedo antes de la gran cita no es el resultado sino "quedarme sin voz o afónica", dice. No tiene miedo a perder: "Si tengo un mal resultado no voy a echar balones fuera porque la responsabilidad es totalmente mía. Todo lo que voy a hacer el día 14 de mayo es lo que quiero hacer".

La intérprete de Say yay! cuenta que su madre le cuenta que canta y baila desde los 3 años pero que con 14 años, tras escucharla entonar una canción de Mariah Carey, le dio completamente su apoyo "si trabajas, aprendes y multiplicas tus dones". Esa frase, "la llevo grabada a fuego", confiesa Barei.