Louise Dahl-Wolfe, la fotógrafa de moda con mirada de pintora

  • En un ambiente dominado por los hombres, la retratiasta estadounidense fue durante los años dorados de las revistas de moda una estrella indiscutible.
  • Hizo fotos inolvidables de Carmen Amaya, Orson Wells y Edward Hopper y fue la primera en descubrir el magnetismo de la todavía adolescente Laureen Bacall.
  • Se edita la monografía 'Con estilo propio' sobre la fotógrafa que marcó estilo entre 1933 y 1960 e influyó en artistas como Irving Penn y Richard Avedon.
Louise Dahl-Wolfe fue una de las primeras fotógrafas en aprovechar el potencial de los parajes exteriores. Esta foto está tomada en las Bahamas en 1949
Louise Dahl-Wolfe fue una de las primeras fotógrafas en aprovechar el potencial de los parajes exteriores. Esta foto está tomada en las Bahamas en 1949
Louise Dahl-Wolfe © 1989 Center for Creative Photography, Arizona Board of Regents. Cortesía de Staley-Wise Gallery, New York
Louise Dahl-Wolfe fue una de las primeras fotógrafas en aprovechar el potencial de los parajes exteriores. Esta foto está tomada en las Bahamas en 1949

Lo dijeron sin reservas dos de los mejores fotógrafos de la historia, Irving Penn y Richard Avedon: el estilo, la carga explosiva capaz de derribar los muros aparentes entre imágenes artísticas y comerciales, lo desarrolló con más perfección que nadie una mujer, la retratista Louise Dahl-Wolfe (1895-1989), con quien la vida y el mundo fueron justos al entregarle una larga y exitosa carrera y una especial delicadeza y equilibrio en la mirada, que la estadounidense atribuía a sus estudios previos de pintura.

De pocos fotógrafos se puede decir con mayor exactitud que jamás hicieron una mala foto. Dahl-Wolfe es una de ellas: trabajó entre los años treinta y los sesenta del siglo XX y creó una forma nueva refinada de presentar la moda, género al que se dedicó con preferencia —firmó algunas de las imágenes más emblemáticas de Dior—, pero también hizo retratos profundos de personajes de primera fila de la cultura como, entre otros, el pintor Edward Hopper, los escritores Andre Malraux y Carson McCullers, las actrices Marlene Dietrich y Bette Davis, la bailarina Carmen Amaya, el director Orson Welles...

Descubridora de 'la flaca' Laureen Bacall

En el archivo en línea del Center for Creative Photography de la Universidad de Arizona hay un amplio y bien documentado archivo de la obra de la fotógrafa, cuyo ojo para entrever el magnetismo de los modelos quedó patente cuando, en 1943, fue la primera en retratar a la entonces todavía adolescente Laureen Bacall, que se convertiría en una de las grandes diosas de Hollywood y una de las primeras actrices en romper con el canon de belleza por el que apostaban los estudios.

Ahora se edita en España Louise Dahl-Wolfe, con estilo propio, un libro monográfico que permite el recorrido por la carrera de la fotógrafa estadounidense, desde sus proyectos más conocidos hasta otros, como los bodegones y desnudos, que gozan de menor difusión. El volumen está publicado por La Fábrica, tiene 130 imágenes en color y blanco y negro y está marcado con un PVP de 49 euros.

'Modernizó la foto de moda'

Louise Dahl-Wolfe, nacida en una familia de la alta burguesía de San Francisco como Louise Emma Augusta Dahl —luego adquirió el apellido de su marido, el escultor Meyer Wolfe, que colaboró con ella en la escenografía de muchas fotos— "modernizó la fotografía de moda de su tiempo además del retrato hollywoodiense", explica la comisaria y directora artística de La Fábrica, Oliva María Rubio.

La fotógrafa fraguó su carrera en la revista Harper's Bazaar, donde trabajó durante dos décadas a partir de 1936. Desde que entró en la publicación marcó su estilo, basado en composiciones que tenían un enfoque pictórico en el uso del color y el equilibrio de volúmenes. Dahl-Wolfe, que había estudiado pintura y sólo se decantó por las fotos por el consejo de un profesor, considera que la cámara debe ser usada para "pintar con luz".

El pintor 'tiene ventaja'

"La fotografía", llegó a declarar en una ocasión, "no es un arte", sino "un medio espléndido para capturar un período de tiempo", pero "un pintor tiene la ventaja de poner algo en la imagen que no está allí o tomar algo que sí está". Quizá sea esta consideración de las fotos como supeditadas a su mirada primaria de pintora la razón que explica la fascinante atmósfera de las obras de Dahl-Wolfe.

Pionera de su época —fue una de las primeras en firmar fotos de moda en escenarios naturales de exótica pureza, dando pie al nacimiento de los reportajes que se llamaron ambientales—, supo entender que los editoriales sobre vestuario o complementos no debían ser temáticos en un sentido estricto.

"Experimentó a través de la fotografía cómo las mujeres cambiaban rápidamente en una generación. Observó con interés cómo surgían nuevas identidades y cómo reaparecían los roles tradicionales pero con facetas diferentes", señala la vicepresidenta de la Academia Alemana de Fotografía, Celina Lunsford.

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