Con túnica, como siempre, brillante, impecablemente peinada y con ese maquillaje a lo Jurado que le ha dado su marca, y que no es producto de un producto, sino de ella, que desde la infancia, eso dice, ha sido siempre así, se presenta en la entrevista Falete.

Presenta nuevo espectáculo en Madrid (teatro Calderón) los días 8, 9 y 10 de abril. El nombre: Soy lo prohibido, y lo hace con tantos kilos menos que, por frívolo que sea, la pregunta se hace inevitable.

¿No come usted ya?

Que sí, me acabo de comer un bocadillo con un ansia... 40 kilos he perdido. Hace dos años que me operé: me hice una lipo.

¿Y por qué? No parecía de esas personas obsesionadas...

Porque me lo regalaron. Y al salir con 11 kilos menos dije: vamos. Pero cuando me apetece comer una guarrada me la como, pero un día.

O sea, ¿nada prohibido?

No, nada está prohibido, ni siquiera yo.

¿A usted le han prohibido mucho?

No, porque cuando caminas con paso firme y seguridad como yo, nada ni nadie te puede prohibir. Las limitaciones te las pones tú, no la sociedad.

¿Y se pone usted muchas?

Sí, me las pongo yo, y los años te enseñan a ponerte y quitarte. Me he vuelto más selectivo en las amistades. Antes te dabas al 100% y ahora reservas algo para ti.

¿Por qué Lo prohibido?

Porque tiene mucho de verdad la canción: soy ese nombre que jamas fuera de aquí pronunciarás. Esa cama de dos. En alguna ocasión de nuestras vidas hemos sido lo prohibido.

¿Y usted?

Me ha tocado ser la otra y me lo he pasado muy bien. Y a quien no le haya tocado ser el otro o la otra que lo busque.

Pero hay quien busca justo lo contrario, huir de ello...

Pues se pierde mucho, porque uno no sabe si le gusta más ser el otro o la otra si no lo ha sido.

¿Diría que a veces es incluso mejor?

Yo creo que sí, que el revolcón y luego no tener obligaciones...

¿Cómo se recuerda en la infancia: como alguien que se saltaba lo prohibido o lleno de temor?

Cero temores he tenido yo en la vida. Yo nunca jamás, ni en la escuela... Y en la familia mucho menos. No sé qué es la discriminación gracias a Dios. Y creo que es por mi carácter y seguridad. Cuando eres firme te muestras como eres. Es la clave del éxito. Cuando tienes claras las cosas luchas y no es una pelea, es algo que forma parte de ti, y si eso no sucede te preguntas ¿qué está pasando?

Antes me he quedado con ganas de preguntarle si usted prefiere ser la otra...

Yo los dos, a mí me gusta ser los dos. Me da lo mismo, yo soy vagoneta de tren, engancho por los dos lados.

¿Qué es lo que más le duele?

La mentira. El maltrato, no sólo el físico, el psíquico, que a veces es peor que te marquen a fuego con dolor que un golpe. Y la falsedad.

Pues su mundo está lleno...

Hombre... Y ni nadie es santo ni es un ogro, tenemos en 50 y 50, pero hay mentiras piadosas y otras que lo usas para traicionar y premeditas, eso yo te ponía en la pared e ibas al paredón.

¿Han intentado traicionarla profesionalmente?

No lo sé, yo no lo he notado jamás. A mí como lo malo no me gusta paso por el lado sin desviarme, pero si me entorpeces te quito. Si te pido por favor que me dejes pasar y no me dejas te quito.

¿Qué otro estilo incluiría en el espectáculo?

Ópera o zarzuela. Lo tengo pendiente.

¿Cuál no?

El heavy metal, la música tecno. Rap sí, cómo no. Yo conozco mis limitaciones, no me quedaría bien el heavy y para hacer el mamarracho hay más gente.

Si hace balance de todos estos años...

Positivo. Dicen que para atrás ni para coger impulso, y yo volvería, y mil veces, no me da miedo caer a lo más hondo, sé que vuelvo y comienzo.

Pero usted no se ha caído...

Dicen que la madera de los barcos cuando es buena no se hunden. Se tambalean pero no se hunden. Algo pasaría en el Titanic con todo lo carísimo que cobraban.

¿Se ha tambaleado mucho?

Sí, no por mí, sino porque te van dando empujones por todos lados, pero cuando el mueble es caoba la polilla te ataca pero no puede.

Y en la parte personal ¿es igual de fuerte?

Igual, soy muy visceral para todo, para amar, para odiar para defender a los míos y lo mío. Soy así, y a mí me va bien. Cuando va mal sacas las vísceras y las armas.

¿Cuáles son sus mejores armas?

Mi mejor arma es el silencio. Y la valentía, me considero valiente en lo bueno y lo malo. Que le hagan daño a mi gente es algo que no puedo soportar. Pero a alguien que quiero no te digo que mato porque es palabra fea pero cuidado.

Si tuviera que puntuarse en equilibrio personal y profesional...

Yo diría un 10. Soy muy conformista, y ahora tengo salud, trabajo, amor y un público que me adora y una familia que me ama y amigos que van conmigo hasta el final. Que me gustaría tener un yate y no pagar hipoteca, pues sí, pero soy de España.

¿Y no quiere tener hijos?

Quise adoptar dos. Pero pensé que mi vida es una maleta y que a los hijos hay que dedicarles el máximo tiempo para q sean fuertes en la vida.

¿Qué rituales tiene antes de salir a escena?

La mala hostia. Sé que voy a  dar el 100% pero quiero que todo y todos den el 100% como yo sé que lo voya  dar y me pongo tan de mala leche que cuando salgo al escenario soy como un toro que yo msimo me quemo. Y besar una imagen de San Javier y limpiar las sortijas con el vestido que llevo. Y que no me hablan porque muerdo.