Las tensiones internas en Podemos y PP complican aún más las negociaciones

  • Íñigo Errejón acusa al PSOE de orquestar un "ataque" para dividir a la formación morada en pleno proceso de negociaciones.
  • Pablo Iglesias y su número dos se reúnen para analizar la situación tras la cascada de dimisiones en la dirección de Madrid y niegan diferencias a nivel estatal.
  • El PSOE ofrece un Gobierno de coalición "transversal" con formaciones de izquierda y centro derecha, a lo que Podemos, IU y Compromís se niegan.
  • La cúpula del PP cierra filas en torno a Rajoy después de que el expresidente de Murcia, Alberto Garre, pidiera su renuncia.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el secretario político, Íñigo Errejón, en un acto de Podemos.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el secretario político, Íñigo Errejón, en un acto de Podemos.
EFE
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el secretario político, Íñigo Errejón, en un acto de Podemos.

Cuánto más avanza el tic tac del reloj, más complejas y endiabladas se presentan las negociaciones para lograr formar Gobierno. El cruce de cartas y declaraciones de los partidos de los últimos días han dejado en evidencia unas posiciones recias y enrocadas, más cerca de convertirse en líneas paralelas condenadas a no encontrarse nunca que en caminos capaces de converger.

Y por si las resistencias de las distintas formaciones a sentarse a negociar entre unos y otros no fuesen bastantes, las tensiones internas en el PP y Podemos, a quienes el tandem Ciudadanos y PSOE miran, respectivamente, para pedir su abstención, vienen a complicar aún más la situación.

De un lado está el partido de Pablo Iglesias, a quien la cascada de dimisiones en la dirección de la Comunidad de Madrid ha cogido con el pie cambiado y en pleno periodo de reflexión sobre su estrategia negociadora, una vez que este miércoles tuvo que desconvocar la reunión 'a cuatro' con PSOE, IU y Compromís por falta de quorum. Ninguno quería sentarse con el PSOE si venía acompañado de Ciudadanos, y los socialistas dejaron claro que sin sus socios no van a ningún lado. Y sin el PSOE, el portavoz de IU, Alberto Garzón, promotor inicial de este espacio de diálogo, considera "que no tiene sentido" reunirse.

Oficialmente, tanto PSOE como Podemos mantienen la puerta abierta y la mano tendida, pero el terremoto interno que han supuesto las dimisiones en Madrid ha vuelto a elevar la tensión entre los socialistas y la formación morada. La razón es que los cargos que han renunciado, 10 en total y considerados próximos al número dos de la formación, Íñigo Errejón, lo han hecho como protesta ante la gestión del líder regional, Luis Alegre, muy cercano a Pablo Iglesias, lo que ha sido interpretado por la prensa como una pugna ideológica y de poder entre los seguidores de uno y otro.

"Solo hay un Podemos", decía este jueves Errejón en una carta a sus militantes, en la que negaba que en el partido hubiera "fronteras ficticias entre  moderados y radicales" y acusaba al PSOE de estar detrás de una "ofensiva" contra su formación para contrarrestar el acuerdo con C's y la propuesta de este último partido de intentar sumar al PP. "Todo el aparato del PSOE y alrededores está necesitado de algo con lo que tapar su reciente giro hacia el PP arrastrado por Rivera", decía Errejón, que este jueves se reunió con Iglesias para analizar "cómo salir al paso de este ataque, y lo vamos a parar", dijo en un claro llamamiento a la unidad interna del partido.

La suya no ha sido la única voz dentro del partido que ha querido desvincular "un problema de Madrid" de la situación de la formación a nivel estatal, donde niegan divisiones. El propio Iglesias a través de Twitter, Sergio Pascual, secretario de Organización; Irene Montero, portavoz adjunta en el Congreso; José Manuel López, portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid; Rafael Mayoral, responsable de Relaciones con la Sociedad Civil... Todos han salido en tromba a defender la unidad del partido, aunque reconocen diferencias y debate interno.

"Tenemos sólo dos años de existencia y nos han diagnosticado unas siete veces la ruptura", ironizaba Errejón el pasado martes, al tiempo que lamentaba que cada vez que abren un proceso interno se les acuse de romperse. Podemos afronta conflictos territoriales también en Euskadi, Galicia, Cataluña, La Rioja y Cantabria, y este miércoles el sector anticapitalista, considerado crítico y cercano a la secretaria general de Andalucía, Teresa Rodríguez, añadió más leña al fuego al pedir al partido que deje de intentar convencer al PSOE para formar un Gobierno de progreso y se prepare "para unas nuevas elecciones".

"Podemos no está en ese punto y seguimos creyendo que hay margen para un Gobierno de izquierdas", decían este jueves fuentes de la dirección del partido. Eso sí, se mantienen la postura de que no van a admitir ningún pacto con C's. "En eso no hay fisuras. Evidentemente hay diferencias de matiz y opiniones, pero no hay diferencias sobre los posicionamientos y las líneas generales. Seguimos teniendo la mano tendida", han señalado dichas fuentes.

El PSOE ofrece un Gobierno "transversal"

Desde el PSOE, el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, ha asegurado este jueves que le importa "muy poco" lo que pase en Podemos "de puertas para adentro" y ha tildado de "insólito" que se esté culpando a los socialistas de las dimisiones internas "de otra organización". "Nosotros somos muy respetuosos con los debates internos que puedan tener otras organizaciones y no vamos a entrar en ningún tipo de descalificación", ha dicho también al respecto el secretario general socialista, Pedro Sánchez.

"No voy a entrar en ningún tipo de provocación ni de insulto. Creo que nos unen muchas cosas más de las que nos separan", por eso, "tiendo la mano al señor Iglesias. Hagamos posible ese cambio y no desaprovechemos esta oportunidad. No repitamos las elecciones y pongamos fin al Gobierno de Mariano Rajoy, ha dicho Sánchez, que ha vuelto a insistir este jueves en que su apuesta es un futuro Gobierno de coalición, no monocolor, que incluya a "independientes de reconocido prestigio".

La afirmación supone una renuncia en toda regla de la que hasta ahora había sido su preferencia, un Gobierno en solitario sostenido por acuerdos puntuales a izquierda y a derecha. Un Ejecutivo de coalición es precisamente lo que le ha ofrecido y exigido constantemente Pablo Iglesias, que reclamaba la vicepresidencia y varios ministerios. Sánchez, no obstante, no aclara quién sería su vicepresidente ni quiere hablar de sillones, al menos de momento, pero deja claro que sería un Ejecutivo "transversal" formado por “distintas formaciones tanto del centro derecha como de la izquierda”. Es decir, del que forme parte C's, a lo que los partidos a su izquierda, Podemos, IU y Compromís, se niegan en redondo.

En cuanto al PP, aún resuenan los ecos de las voces internas que este miércoles se alzaron para pedir que su líder, Mariano Rajoy, de un paso atrás. Después de que durante varios días hayan oído al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, pedir públicamente la cabeza de Rajoy y llamar a la rebelión a las filas populares, este jueves fue el expresidente de Murcia, Alberto Garre, quien pidió a Rajoy que renunciara porque hay un "clamor silencioso" en el partido que así lo quiere. Un día antes, el vicepresidente de la Diputación de Alicante y diputado provincial de Hacienda, el 'popular' Alejandro Morant, pidió a Rajoy, que "deje paso" a "nuevas personas".

Las palabras de Garre provocaron que numerosos barones y dirigentes 'populares', empezando por la cúpula nacional, saliesen en tromba a defender el liderazgo del presidente del Gobierno en funciones, negando cualquier "clamor" en su contra. Sin embargo, fuentes del entorno del PP admiten que, en privado, son muchas las voces que creen que Rajoy haría un favor al partido si diese un paso atrás. Eso sí, nadie se atreve a exponer dichas opiniones en público, máxime con unas posibles elecciones en el horizonte, en las que que Rajoy ya ha dicho que querría ser candidato., lo que dejaría en sus manos la confección de las listas electorales.

"A buen seguro muchos militantes, cargos, votantes y simpatizantes del Partido Popular comparten la opinión de Garre aunque se sientan coartados a la hora de expresarla", dijeron este miércoles fuentes de Ciudadanos en un comunicado. Entretanto, después del 'no' del PP a PSOE y Ciudadanos a su invitación a negociar de forma conjunta, en una carta en la que deja notar su malestar cada vez mayor con la formación naranja por su "radical cambio de posición", los partidos se encuentran en una especie de compás de espera, a la expectativa de los movimientos del contrario y pensando en sus próximos pasos. Mientras, el reloj sigue avanzando.

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