Las mujeres que se sienten atraídas por los “golfos” pertenecen a dos categorías: las que no son capaces de imaginarse a sí mismas como “marujas” y salen con golfos porque cualquier compromiso con ellos es imposible y las que salen con este tipo de hombres porque creen que su destino es “redimir a un hombre.

Éstas últimas sufren desesperadamente y hacen lo imposible por conseguirlo, son las que creen que “el amor lo puede todo” y que si una mujer se esfuerza lo suficiente puede conseguir cambiar la naturaleza y conseguir que el golfo se reforme y se convierta en ese “príncipe soñado”.

Si no lo consiguen es que no se han esforzado bastante. Pertenecen al grupo de las sacrificiales, las que creen que todo placer hay que pagarlo con dolor, las que creen que un beso basta para convertir un cerdo o a una rana en un “príncipe”. La psicología tiene un puñado de teorías para tratar de explicar ambos casos.

Pero quiero que te hagas una pregunta si esa es la vida que te gusta vivir: ¿por qué sufres tanto cuando las cosas se tuercen, cuando el golfo de turno te deja por otra o simplemente te deja?

Eso forma parte del “culebrón “de tu vida y si disfrutas con la emoción aprende a no sufrir tanto con las decepciones.

Ahora, si quieres cambiar, si ese tipo de historias ya no te gustan, es bueno que pienses en tu infancia, que recuerdes cómo era la vida en tu casa familiar.

Seguramente que se respiraba un ambiente frenético y superemotivo, tus padres se amaban-odiaban y cualquier inconveniente como las malas notas o alguna travesura convertían tu casa en un huracán que al final acababa bien como en las películas.

Has crecido sobrexpuesta a las emociones, es decir, que te has acostumbrado a una tasa extrema de adrenalina y dependes de ella.

Como si de una droga se tratara, si no la tienes las buscas en tu vida sentimental, en tu trabajo o en tu tiempo libre.

Muchas de las personas que eligen profesiones de alto riesgo pertenecen a este grupo. Las parejas que eliges indudablemente contribuyen a hacer de tu vida eses huracán de emociones que necesitas.

Esta claro que la solución parece obvia. Como en todas las adicciones lo primero que hay que hacer es renunciar a la droga, date un tiempo sin amores, lo ideal es un año, tranquiliza y regula tu vida y aprende a visualizar para ti una vida tranquila y sin sobresaltos no es fácil pero piensa en buscar la emoción en otros ámbitos de tu vida..

Si perteneces a la segunda categoría, las tensiones en tu casa no eran emocionantes, seguramente eran siniestras porque tuviste un padre o una madre muy agresivos y peligrosos, por ello aprendiste muy pronto a buscar el amor en el sufrimiento.

Tú eres de las personas que creen que “quién bien te quiere te hará llorar” y no entiendes que alguien pueda quererte por ti misma y hacerte feliz, porque si tus padres te castigaban cruelmente eso quiere decir que no te mereces otro tipo de trato y el sufrimiento que te proporcionan tus amantes es lo que te mereces.

La mayoría de las personas construyen sus relaciones de pareja sobre los modelos aprendidos en la infancia del comportamiento de sus padres, es decir, que en nuestro inconsciente recreamos la vida conyugal conocida intentando mejorarla.

Si siempre te enamoras de hombres inconvenientes y no eres capaz de dar con la clave y menos de cambiar esto, pide cita con un buen terapeuta aun cuando no te identifiques con lo que acabo de escribir.

Recuerda que la vida de pareja es fuente de satisfacciones si se lleva bien y la mayor fuente de disgustos si se lleva mal. El cielo y el infierno están aquí y lo construimos nosotros.

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