ARCA ha pedido que se incorpore a la normativa de publicidad y estética en fachadas la prohibición de determinados elementos que las nuevas tecnologías permiten y que están provocando "efectos negativos" sobre el paisaje urbano.

Así, se refieren a iluminaciones agresivas en colores ya sea dentro o fuera del edificio que condicionan la interpretación visual del conjunto de la fachada. Además, a impresiones en gran formato de lonas, vinilos u otros materiales que se colocan en escaparates o fachadas que condicionan la interpretación del conjunto de la fachada.

Asimismo, a pantallas fijas o dinámicas con imágenes que se insertan en fachadas y escaparates y afectan a la interpretación del edificio

En este sentido, desde ARCA afirman que la protección del patrimonio cultural de Palma (cabe recordar que el centro histórico está declarado Conjunto Histórico desde el año 1964 y ampliado en 1972) "no puede permanecer estática y sin adaptar la normativa a los nuevos tiempos, tanto la normativa urbanística como la patrimonial".

Por ello, apuntan que si de verdad se quiere proteger este patrimonio, "se debe adaptar la normativa a los tiempos actuales".

En esta línea, han propuesto que mientras que la normativa se adecua a las nuevas realidades, el Centro Histórico tenga capacidad de decisión para obligar a su retirada cuando afecten a su entorno y a los edificios o espacios catalogados.