El consejero de Educación del Gobierno de Navarra, José Luis Mendoza, ha afirmado que reducir la oferta pública de empleo a 200 plazas es "la única salida" que ha tenido el Ejecutivo foral, tras la presentación por parte del Gobierno central de un recurso contra la OPE aprobada en 2015 por el anterior Gobierno foral.

En declaraciones a los periodistas antes del pleno del Parlamento, el consejero ha señalado que "la propuesta inicial del Gobierno era sacar la conjuntamente la OPE del Gobierno de Navarra que aprobó para 2015 -lo referido a Educación- y la nuestra, la de 2016, que en total hacían 425 plazas", pero ha añadido que "el recurso de la Abogacía del Estado deja en cuestión las cien plazas que había para Infantil y Primaria". "Hasta que no haya esa seguridad jurídica de en qué queda esa cuestión, no podíamos arriesgarnos a sacarlos en una convocatoria de oposiciones", ha dicho.

Al mismo tiempo, ha añadido, "tenemos una discusión con el Ministerio de Educación respecto a la tasa de reposición en la OPE que saca el Gobierno foral este año". "Los trabajadores del departamento de Educación somos funcionarios estatales, no funcionarios del Ejecutivo navarro y una de sus consecuencias es que tenemos movilidad por todo el Estado", ha explicado Mendoza, que ha añadido que "normalmente cada dos años se convocan concurso de traslados".

En la actualidad, ha destacado, "ha habido 91 funcionarios que se han ido de Navarra y no ha habido retorno". "Son plazas de funcionarios que tenemos que reponer y el Ministerio lo pone en cuestión y hasta que no se resuelva esta discusión, tampoco podemos mover esas plazas", ha dicho.

Por otro lado, el consejero ha afirmado que "por una parte están las 100 plazas recurridas de la OPE del pasado año y, para llegar al número total, necesitábamos otras 20 porque 71 eran las que teníamos pensadas para Secundaria o para hacer frente esta cuestión".

Cubrir especialidades

Así, Mendoza ha defendido que "la única salida que ha tenido el Gobierno foral ha sido reducir la OPE a 200 plazas" y ha agregado que a la hora de decidir su reducción, se han atenido al criterio de "cubrir el máximo número de plazas por especialidades". Por ello, según el consejero, "no ha habido más remedio que aplazar la decisión respecto a 100 plazas de la OPE de 2015 y 20 que teníamos en reserva de 2016 para que nos diese ese número de 91 de la tasa de reposición".

"Con estos números es como se ha hecho esta nueva OPE", ha afirmado Mendoza, que ha puntualizado que "no hemos perdido las plazas, ya que unas están en pleitos y las otras están en discusión, pero esperamos que estas plazas que ahora reservamos por prudencia las podamos incorporar a una nueva OPE, también con las tasas de reposición de 2017, en 2017", ha dicho.

El consejero ha insistido en que "por prudencia y por seguridad jurídica, era lo mejor". Además, ha incidido en que "esas plazas no se han perdido y si las cosas salen como tienen que salir, se incorporarán" y ha apuntado que "cuando se saca una OPE hay tres años para convocar esas plazas". Así, ha defendido que "esas 120 plazas siguen siendo necesarias en educación infantil y primaria en euskera".

Listas separadas

Por otra parte, Mendoza ha afirmado que "respecto a las oposiciones, hay un debate social y político sobre listas únicas y separadas", por lo que ha señalado que "ese debate lo tenemos que afrontar social y políticamente". En todo caso, ha destacado que "técnicamente sería imposible ir a lista única, van a ser por listas separadas".

Además, ha dicho que "va a ser decisión del Gobierno que los exámenes sean en días distintos para que una persona que esté cualificada por listas de castellano y por listas de euskera se pueda presentar".