El marido de Montserrat declara que llevaba años "alterada", pero desconocía su plan de asesinato

  • El inspector de policía Pablo Antonio Martínez, marido y padre de dos de las acusadas, dice que sabía que su mujer tenía "inquina" a Carrasco.
  • Asegura que su hija estaba "hundida" tras su salida de la Diputación y dedujo que tenía una pareja estable porque no quería irse de León.
  • El abogado de Raquel Gago se ha presentado en la sala y ha dicho que ya ha hablado con el juez de su incomparecencia del miércoles.
El inspector de Policía Pablo Antonio Martínez, marido y padre de dos de las acusadas del asesinato de Isabel Carrasco, Montserrat González y Triana Martínez.
El inspector de Policía Pablo Antonio Martínez, marido y padre de dos de las acusadas del asesinato de Isabel Carrasco, Montserrat González y Triana Martínez.
EFE/J.Casares
El inspector de Policía Pablo Antonio Martínez, marido y padre de dos de las acusadas del asesinato de Isabel Carrasco, Montserrat González y Triana Martínez.

El juicio por el crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco se ha reanudado este jueves a las 9.20 horas con la declaración del inspector de policía Pablo Antonio Martínez, marido y padre de dos de las acusadas, Montserrat González y Triana Martínez, respectivamente.

El inspector ha admitido que sabía que su mujer tenía "inquina" a la dirigente del PP porque estaba perjudicando a su hija y ha asegurado que "llevaba años muy alterada y como fuera de quicio por lo mal que lo estaba pasando su hija". Ha admitido, asimismo, que él conocía a Isabel Carrasco sólo de actos oficiales y que su relación con ella era "de cortesía".

Martínez, que ejercía como comisario de Astorga (León) cuando sucedió el crimen, ha asegurado que en ningún momento sospechó del plan que estaba urdiendo su mujer para matar a Isabel Carrasco, a la que responsabilizaba de haber echado a su hija de la Diputación por no acceder a mantener relaciones sexuales con ella, según ha declarado ante el tribunal en la primera sesión del juicio.

También ha explicado a preguntas del fiscal que en su presencia nunca practicaron con armas y que desconoce cómo su mujer aprendió a disparar. Ha declarado que su mujer y su hija "le hacían poco caso", y ha señalado que dedujo que su hija tenía una relación porque todos los sábados se iba a León.

El testigo ha confirmado que todos los teléfonos móviles de su casa estaban a su nombre y recibía las facturas y que en numerosas ocasiones le había dicho a su hija que tenía que moderarse con el gasto. Martínez ha insistido en que su hija estaba "hundida" tras su salida de la Diputación, donde ocupaba una plaza interina como ingeniera de telecomunicación, y que en diversas ocasiones llegó a temer que se suicidara.

Le animó a que se fuera a trabajar fuera de España "porque tenía un currículo muy bueno y podría encontrar trabajo donde quisiera", aunque tanto ella como su madre estaban "obcecadas" en seguir en León.

Martínez, que actualmente presta servicio en Gijón, ha explicado que lo primero que hizo el 12 de mayo de 2014 al conocer que su mujer e hija estaban detenidas relacionadas con la muerte de Isabel Carrasco fue ir a su armario y comprobar si su arma reglamentaria seguía allí.

El hermano de Raquel Gago

Por su parte, Carlos Gago, hermano de la acusada Raquel Gago, ha asegurado que la ha visto "bloquearse" en alguna ocasión en situaciones de estrés. En su declaración ha afirmado que su hermana es "muy buena persona, familiar y cariñosa" y ha subrayado que sería incapaz de participar en un asesinato.

"No tiene nada que ver con este asunto. Sales en la foto y estás en la foto, nada más", ha afirmado el testigo, explicado que tuvo noticia del crimen de Isabel Carrasco por su madre, que la llamó para contárselo sobre las 19 horas de ese día.

Al día siguiente fue su hermana la que le llamó y le dijo que le buscase un buen abogado porque la habían metido en un lío, aunque él ya se había enterado de que la relacionaban con el caso. A preguntas de la defensa, Carlos Gago ha negado que su hermana sea homosexual y que haya mantenido una relación con Triana Martínez como móvil de su implicación.

"No le gustan las armas"

Por otro lado, la Audiencia ha acogido las declaraciones de tres policías locales compañeros de Raquel Gago que han ratificado que ésta no suele reaccionar bien en situaciones de tensión y que las armas no le gustan, incluso las tiene "pánico".

Uno de los agentes ha explicado que la acusada es una persona que "no reacciona como lo haría una persona al uso". A este respecto, ha relatado dos situaciones que presenció en las que Raquel Gago "sufrió una especie de bloqueo".

En una de ellas, ha agregado el agente, Gago denunciaba coches mal aparcados y a una persona le sentó mal y empezó a "gritar y a insultar" a la agente que "no sabía qué hacer" y "se iba haciendo cada vez más pequeñita, más pequeñita", ha precisado.

La segunda situación en la que Raquel no supo reaccionar, ha explicado el policía, sucedió cuando un 'mantero', un senegalés de casi dos metros de altura y corpulento, que iban a detener emprendió la huida. "Emprendió la huida delante de ella y no supo qué hacer, le arrolló", ha insistido.

"Incapaz" de meterse "en un fregado" así

Otro de los testigos ha indicado Raquel es una persona que "nunca toma la iniciativa" y que "siempre está en un segundo plano" por lo que no cree que pudiera planear un asesinato.

Estos tres agentes de Policía Local han explicado que a la agente "no le gustaban nada las armas" y, aunque las sabía manejar con motivo de su trabajo, era "torpe" en su uso. "Es una persona a la que no le gustaban las armas, era un poco torpe en su manejo", ha indicado uno de ellos.

Sus compañeros también han coincidido en considerar que Gago es "una persona muy reservada" y "una buena persona" y que creen que es "incapaz" de haber participado en el asesinato de Isabel Carrasco.

Uno de los agentes ha relatado que cuando se enteró que Raquel Gago había sido detenida acusada de participar en el asesinato de Isabel Carrasco no se lo creía. "Me sorprendió muchísimo, la veía incapaz de meterse en un fregado de estas características", ha añadido.

El regreso del abogado

El comienzo del juicio ha estado marcado por la presencia del letrado Fermín Guerrero, que defiende a la tercera acusada, Raquel Gago, cuya incomparecencia el miércoles obligó a suspender la vista.

Tras ser localizado a primera hora de la tarde del miércoles en el centro de la ciudad junto a su coche, fue trasladado a comisaría, donde se negó a dar explicaciones sobre su desaparición y se limitó a señalar que su ausencia había sido voluntaria.

Guerrero ha llegado a la Audiencia de León a las 9.02 horas y ha señalado a los numerosos periodistas que se congregaban en la puerta del edificio que ya había dado explicaciones al presidente del tribunal, Carlos Álvarez, así como que confía en que no será sancionado.

Al inicio de la sesión, el presidente del tribunal ha explicado que Raquel Gago le ha transmitido que sigue teniendo confianza en su abogado y que Fermín Guerrero seguirá ejerciendo su defensa.

También ha señalado que Guerrero le ha anticipado sus explicaciones, aunque ha subrayado que el letrado tendrá que dar cuenta por escrito del incidente en una pieza independiente dentro de la causa para determinar así las responsabilidades en las que puede haber incurrido.

Guerrero, por su parte, se ha disculpado ante la sala y ha pedido perdón por las molestias causadas por su incomparecencia del miércoles, que ha afirmado que fue "totalmente involuntaria" y que no tiene que ver con ninguna estrategia de defensa.

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