Los hechos sucedieron alrededor de las 9.00 horas de ayer cuando varios efectivos policiales realizaron un control habitual destinado a detectar la situación "irregular" de extranjeros, identificar posibles reclamados judiciales y averiguar la posible existencia de efectos procedentes de algún hecho delictivo.

Durante la operación, los agentes localizaron en una alquería del camino Caminot unos 3.150 kilos de cobre que, según aseguraron, procedían de diversas partidas supuestamente sustraídas. Del mismo modo, sorprendieron a 14 hombres de entre 19 y 35 años, todos ellos de origen rumano, que estaban quemando cables en una explanada. Asimismo, los policías detuvieron a una mujer de 32 años, también de nacionalidad rumana, por tener una requisitoria judicial.

Los agentes realizaron una inspección y observaron que existían cantidades distribuidas en varias fases del proceso de preparación, de las cuales, unas se encontraban en un contenedor, en el que arrojaban los materiales plásticos inservibles de recubrimiento de mangueras y, el resto, en otro que utilizaban para colocar el cobre, mientras que el cable lo disponían en sacos listos para su venta.

Apuntaron que con la comercialización del material de cobre podrían haber obtenido un beneficio superior a los 11.000 euros. De los 15 detenidos, siete fueron puestos en libertad tras prestar declaración y los ocho restantes pasaron hoy a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia, según las mismas fuentes, quienes apuntaron que los agentes intervinieron el cobre, así como algunos útiles entre los que se encontraban cizallas de corte circular.