La última juerga con los amigos antes de la boda, con striptease incluido, se ha institucionalizado. Los profesionales del gremio se han unido en una nueva asociación española, nacida en Alicante.

Como una defensa contra el intrusismo.

Las peticiones son muy variadas, pero la clásica con stripper permanece. Antes era algo más casero: se hacía en chalés... Ahora se celebra de forma más abierta, en restaurantes. Es algo que va en auge y se ha profesionalizado.

Algunas en las que contratan strippers con sobrepeso o enanitos, para organizar noches humorísticas.

Las despedidas para mujeres se demandan cada vez más. Además, ellas antes eran tímidas a la hora de contratar a un stripper, pedían reservados en los restaurantes... Ahora está todo más normalizado, hay menús preparados, restaurantes acondicionados... Y la demanda de bailarines eróticos se ha consolidado.

Tiene 49 años y trabaja en la noche desde hace 18. Es presidente de la Asociación de Espectáculos Eróticos y Despedidas de España.