#GivingTuesday busca plantar cara al consumismo con la cooperación como bandera

  • Tras el BlackFriday, pistoletazo de salida para las compras de Navidad, y el CyberMonday, ONG de todo el mundo se unen para incentivar la solidaridad.
  • Este movimiento pretende hacer del primer martes de diciembre el día mundial de la donación y que esta sea duradera.
  • Fundado en Estados Unidos hace tres años y extendido desde entonces a cerca de 70 países, esta es la primera vez que llega a España.
  • Aldeas Infantiles SOS es una de las participantes: gracias a ella, jóvenes como Karim y Younousse han logrado su sueño de triunfar como deportistas.
Dos científicas del Instituto de Investigación Vall d'Hebron.
Dos científicas del Instituto de Investigación Vall d'Hebron.
GIVINGTUESDAY
Dos científicas del Instituto de Investigación Vall d'Hebron.

Año 2006. Karim El Hayani realiza el trayecto de Tánger a Algeciras oculto en los bajos de un camión. Con solo doce años, deja a su familia y arriesga la vida en busca de un futuro mejor. Por esas fechas Younousse Diop, un niño senegalés de la misma edad, se marcha de su hogar y llega al sur de Tenerife en una patera. Sin saberlo, ambos recorren caminos paralelos.

Estos chavales son dos de las caras visibles de #GivingTuesday, una iniciativa que, en su cuarta edición, se celebra por primera vez en España. Su objetivo es hacer del primer martes de diciembre el día mundial de la donación y sus promotores han querido mostrar con nombres y apellidos los logros que la solidaridad es capaz de alcanzar. Porque si Karim y Youn han conseguido sus sueños ha sido gracias a su paso por Aldeas Infantiles SOS.

"Me dieron un hogar y una oportunidad. Los niños de Marruecos venimos habiendo trabajado como adultos y Aldeas Infantiles te permite tener una infancia. No me faltó de nada", destaca Karim. "Me ayudaron mucho y me acogieron como si fuese su hijo", comparte Youn. En cada casa de esta ONG, entre cuatro y seis menores viven con una madre y educadores de apoyo. "Intentan crear lo más parecido a una familia, que los niños crezcan en un entorno familiar", apuntan estos chicos.

Esta entidad social es una de las 160 que participan en la edición española de este movimiento. Entre todas suman 200 proyectos. Se trata de campañas locales con temáticas relativas a la salud y la investigación, la educación y la protección de la infancia e incluso el medio ambiente y la defensa de los animales, a las que se unen otras internacionales para apoyar a los refugiados, combatir la desigualdad en diferentes países y luchar por los derechos humanos de los colectivos más desfavorecidos. Los ciudadanos pueden escoger con cuál o cuáles colaborar.

"#GivingTuesday pretende que todos nos acordemos de aquellos que no tienen tanta suerte y les dediquemos una parte de nuestros ingresos, unas horas de nuestro tiempo o algo de lo que tenemos. Ya que se impulsa el consumo, ¿por qué no contribuir a la investigación científica, la educación y a una sociedad más sostenible?", afirman sus organizadores. La finalidad es "sensibilizar sobre la necesidad de cooperar a todos los niveles y que esa cooperación sea duradera" e intentar actuar como contrapeso del BlackFriday, con el que se da por inaugurada la temporada de compras navideñas, y del posterior CyberMonday, implantado para fomentar las adquisiciones por Internet.

La idea surgió en 2012 de la ONG 92Y Street de Nueva York, dedicada desde hace más de cien años a obras sociales, y de la Fundación de las Naciones Unidas. 45 millones de dólares recaudados el año pasado en un solo día en Estados Unidos, el respaldo de nombres como Barack Obama, Bill Gates, Mia Farrow o Jennifer López, su celebración en 68 países y la participación de más de 36.000 organizaciones conforman la carta de presentación con la que aterriza en España.

Campeón de España

Karim El Hayani

Cuando era pequeño, Karim vio a varios de sus vecinos irse a España con las manos vacías y regresar a los dos o tres años con coche y bien vestidos. La curiosidad por saber qué habría en aquel país del otro lado del Estrecho que permitía a la gente prosperar le empujó a embarcarse él también en aquella travesía.

"Te juegas la vida. Fue un viaje muy duro. Pero piensas: si puedo tener allí un futuro mejor y ayudar a mi familia, por qué voy a quedarme aquí", relata. Pensamientos adultos de quien solo era un crío: "Depende de dónde nazcas tienes una madurez u otra. Yo con seis años iba a trabajar en bicicleta a kilómetros y kilómetros. Así, la mentalidad que tienes con ocho o nueve es más madura".

A los tres meses de pisar suelo español, Karim recaló en uno de los pisos que Aldeas Infantiles SOS tiene en Madrid. "Después de la infancia que había tenido, simplemente un plato de comida, una ducha o un lugar donde dormir eran mucho para mí", cuenta.

Lo más difícil fue estar lejos de sus padres y de sus hermanos, a los que no volvió a ver hasta pasados seis años, una vez que logró la nacionalidad española. "Por las noches, cuando me quedaba solo, lloraba porque echaba de menos a mi madre", recuerda. "Avisé a mi familia de que estaba en España cuando llegué. Si le hubiese contado a mi madre mi intención de meterme en los bajos de un camión no me habría dejado salir de casa. Ahora está contenta porque es feliz mientras yo lo sea y sabe que estoy bien", continúa.

Este joven marroquí es feliz porque está triunfando como atleta. Siempre le había gustado el fútbol, pero tras competir en una carrera y quedar entre los cinco primeros, el entrenador Álvaro López Cotillo descubrió en él un importante potencial como corredor. "Empecé a ganar medallas y vi que era lo mío", comenta. Fue así como pasó su adolescencia entre los estudios y el deporte.

Cuando alcanzó la mayoría de edad empezó a ganar independencia, pero no se desvinculó totalmente de la protección de Aldeas Infantiles. "Tienen un programa para quienes cumplen los 18. No se desentienden de ti, te siguen apoyando en todo. Tienen un piso en Villalba que compartes con otros jóvenes", destaca. Él en ese momento continuó estudiando, primero jardinería y luego cocina, pero finalmente se dio cuenta de que su lugar estaba el mundo del atletismo.

Karim fue el año pasado campeón de España junior en el maratón de Montseny y también ha logrado ganar la copa de España de carreras de montaña. Ahora, con 21 años, se encuentra en Phoenix, a donde llegó el 15 de octubre. Allí ya ha ganado su primera competición estadounidense y ha obtenido cierta notoriedad mediática. "He venido a Estados Unidos para seguir creciendo como atleta", dice al otro lado del teléfono. "Vivo en casa de un amigo que ayuda a corredores. No pagas ni la comida ni el alquiler. Solo tienes que ayudar en las tareas domésticas. Hay que moverse y buscarse la vida. Si te quedas llorando y lamentándote lo único que vas a conseguir es ahogarte en el mismo mar que has creado con tus lágrimas". Esa ha sido siempre su filosofía, una manera de ver la vida que le ha llevado a no rendirse.

Futbolista profesional

Younousse DiopLa vida de Younousse ha sido similar a la de Karim. Él también pasó su adolescencia en una casa de Aldeas Infantiles, en su caso, en Tenerife. A ella llegó después de viajar de la costa africana a las Islas Canarias, pasando calamidades en una patera, pero con un sueño en el horizonte: huir de la pobreza y tener un futuro. "Me metieron en una casa con una madre maravillosa y unos educadores fantásticos. Vivía con cuatro hermanos españoles y un chico de Mali. Éramos como una familia", señala.

Para él igualmente fueron años que transcurrieron entre los estudios y el deporte. "De pequeño solo pensaba en que quería ser jugador de fútbol profesional pero nunca se me ocurrió que podría llegar a jugar en España", afirma.

Aquello que había visto como un sueño muy lejano empezó sin embargo a hacerse realidad al poco tiempo de desembarcar en la playa de Los Cristianos. El responsable del fútbol base del Club Deportivo Tenerife le vio jugar en un torneo y le propuso un hueco entre los alevines. De aquello hace ya nueve años.

Este senegalés entrena ahora con el primer equipo y juega con el filial en tercera división. La pasada temporada fue convocado para un partido de Liga frente al Sporting de Gijón: "Al principio estaba un poco nervioso, pero cuando salí a jugar me relajé. Sentí orgullo de haber podido cumplir parte de mi sueño. Sentí alegría y felicidad". "Luchando y entrenando duro" espera que una oportunidad así vuelva a producirse y poder ayudar al Tenerife a subir a Primera.

Preguntado por si le gustaría fichar por alguno de los grandes clubes españoles, su respuesta es clara: "Ahora mismo solo pienso en el Tenerife, es donde llevo toda la vida y por el que voy a seguir luchando. Tengo un sentimiento hacia este equipo, porque me lo ha dado todo".

Hace pocos meses, Youn se mudó a Santa Cruz, donde comparte piso con un amigo. "Me ha costado mucho salir de Aldeas Infantiles, era mi casa, pero estoy bien aquí", indica. Con los chicos con los que vivió y con María José, su madre en España, sigue manteniendo el contacto. Con ella creó un vínculo muy especial y hoy, en el salón de su casa, sigue figurando una foto muy importante para él: el día de la firma de su primer contrato.

Este joven senegalés ha estado ocho años y medio sin poder viajar a su país para ver a su familia. Este año finalmente, tras conseguir regularizar su situación, pudo pasar unos días con sus padres y sus cuatro hermanos. "Les ayudo económicamente con lo que gano. Cuando hablo con ellos les digo que estoy jugando al fútbol, que es lo que me gusta, que he alcanzado mi sueño y que tengo que aprovecharlo y disfrutarlo". En definitiva les cuenta que es feliz.

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