Las secuelas del 27-S: Junqueras gana, Rivera apunta a Rajoy y Sánchez se libra de Podemos

Oriol Junqueras, al frente de la ejecutiva de ERC, reunida al día siguiente de la celebración de las elecciones del 27-s en Cataluña.
Oriol Junqueras, al frente de la ejecutiva de ERC, reunida al día siguiente de la celebración de las elecciones del 27-s en Cataluña.
Alberto Estévez/EFE
Oriol Junqueras, al frente de la ejecutiva de ERC, reunida al día siguiente de la celebración de las elecciones del 27-s en Cataluña.

La resaca electoral del 27-S ha dejado paso, de forma inmediata, a la precampaña para las elecciones generales que tendrán lugar el próximo mes de diciembre. Aún eufórico por los resultados de Ciudadanos, Albert Rivera prometió una reforma constitucional para mejorar el estado de las autonomías. Pablo Iglesias admitió su fracaso ente los independentistas, pero miró adelante asegurando que quiere ser el presidente de España que "escuche a Cataluña".

El futuro político de España se dirime antes de final de año. Así llegan los líderes de los principales partidos tras la victoria independentista de este domingo.

Los ganadores

  • Oriol Junqueras: El líder de Esquerra Republicana fue víctima del 'abrazo del oso' de Artur Mas, que llevó a Convergència Democràtica al liderazgo del proceso plebiscitario. Ahora que Junts Pel Sí no ha logrado la mayoría de votos y que la CUP se niega a investir a Mas, Junqueras vuelve a la primera línea del frente independentista como alternativa para ser el nuevo president. A pesar de ello, su papel tiene difícil justificación dentro, pero, sobre todo, fuera de España: los partidarios de la separación suman dos escaños menos que en las últimas autonómicas (72 frente a 74) -pese a que la participación ha crecido un 10%- y han alcanzado un 47,7% de los sufragios, frente al 52,6% de sus rivales.

  • Antonio Baños, candidato de la CUP.Antonio Baños: La CUP tiene en sus manos el futuro de Mas y el del soberanismo. El partido anticapitalista ha triplicado sus votos de 2012, al pasar de 3 a 10, y es el único socio posible de Junts Pel Sí, pero Baños ha puesto tres condiciones "irrenunciables": la salida de Mas, la desobediencia a las leyes injustas y un plan de choque para el rescate ciudadano. Salvo que el voto por correo modifique la relación de fuerzas, Junts Pel Sí necesita su apoyo en primera ronda. De lo contrario, y si no hay una mayoría alternativa, Cataluña debería convocar unas nuevas elecciones a comienzos de 2016.

    La CUP circunscribió la declaración unilateral de independencia a la obtención de la mayoría de sufragios, algo que no ha ocurrido, pero ahora se niega a "parar el proceso".

  • Albert Rivera e Inés Arrimadas: De sexta a segunda fuerza en el Parlament en tres años. Así de rápido se mide el éxito de Ciudadanos. Albert Rivera ha arrebatado a Mariano Rajoy la bandera de la unidad de España ofreciendo una reforma constitucional que el PP se niega a abordar. La nueva derecha liderará la oposición con 25 diputados, un resultado nunca visto por los conservadores catalanes. Inés Arrimadas, jerezana de nacimiento y barcelonesa de adopción, ha sido el peón más fuerte de una partida, la de las elecciones generales, a la que Rivera llega con sus piezas intactas.

En el alero

  • Artur Mas: El president ha ganado las elecciones, pero ha perdido el plebiscito. Las urnas le han dado fuerza para iniciar un diálogo, pero no para romper con España de forma creíble. Si el objetivo era decir que lo intentó, lo ha logrado. Su futuro, sin embargo, es incierto: la CUP ha pedido su cabeza, el PP y el PSOE se niegan a negociar con él y el tren independentista le arrollará si intenta poner matices al plan de secesión.

  • Raül Romeva: El ex eurodiputado de ICV ha sido el muñeco de trapo de la candidatura independentista de Junts Pel Sí. Accedió a ir de cabeza de lista pese a haber prometido a Joan Herrera, amigo y excompañero en ICV, que no se enrolaría en ningún otro proyecto, como reveló a El Mundo, y sufrió en las entrevistas electorales, donde apenas fue capaz de sostener el ideario independentista. Su nombre ha sonado como solución transitoria y de consenso; incluso, como presidente en un hipotético ejecutivo alternándose con Oriol Junqueras, pero su papel no está claro.

  • Pedro Sánchez, junto a Rafael Hernando.Pedro Sánchez: El candidato a la Moncloa por el PSOE necesita al Partido Socialista de Cataluña tanto como al de Andalucía para llegar a la Moncloa. Susana Díaz no rema a favor de su corriente, precisamente. Miguel Iceta, sí, pero su resultado el 27-S fue discreto. El PSC ha perdido 4 diputados (de 20 a 16) y, aunque ha amortiguado el golpe que le auguraban las encuestas, ha constatado que su propuesta de tercera vía no acaba de convencer. La buena noticia para Pedro Sánchez es que Iceta ha evitado el sorpasso de Podemos, que se ha quedado a cinco escaños (11) de los socialistas en un fracaso sin paliativos.

  • Mariano Rajoy: Génova optó por polarizar la campaña y el resultado ha sido un fiasco. Con Ciudadanos ocupando su espacio, el PP ha retrocedido en ocho escaños en Cataluña, hasta quedar relegado al último lugar. Rajoy volverá a presentarse en las generales de diciembre como el único capaz de garantizar la integridad nacional, pero el mensaje ya no cuela: Albert Rivera, libre de mochilas y de casos de corrupción, ha llegado para quedarse.

Los perdedores

  • Xavier García Albiol: "Me siento muy orgulloso de haber limpiado mi ciudad". Mensajes como estos, al límite de la xenofobia, no han servido al exalcalde de Badalona para frenar la sangría de votos que ha sufrido el PP. La formación ha quedado sumida en la irrelevancia, atrapada en un discurso frentista que niega cualquier posibilidad de reforma constitucional o de revisión del pacto fiscal. Su continuidad ha sido puesta en entredicho, pero Rajoy no es amigo de hacer cambios; menos aún, con las generales a la vuelta de la esquina.

  • Pablo Iglesias: Dos pruebas, dos errores. Podemos no ha sido un actor decisivo ni en las elecciones andaluzas del 22 de mayo ni en las catalanas del 27 de septiembre. La formación morada observa con preocupación cómo, tras los buenos resultados de las candidaturas municipales de unidad popular -en las que sus cuadros se integraron-, las listas con su marca decaen y no alcanzan los objetivos planteados. Pablo Iglesias llega a las generales con desventaja frente al PSOE y sin la fuerza suficiente como para ser la alternativa al PP.
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