España tiene un 20% de ninis, jóvenes que ni estudian ni trabajan, y cerca de 10 millones de adultos con bajo nivel de rendimiento en comprensión lectora o matemáticas, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Además, el último informe de este organismo destaca que España ostenta la mayor tasa de jóvenes de 14 a 25 años trabajando de forma involuntaria en empleos a tiempo parcial (22%). Esto supone que en 2013, año al que se refiere el informe, casi 164.000 jóvenes estaban subempleados en trabajos de menos de 30-35 horas.
Estos datos se recogen en el informe "Estrategia de competencias de la OCDE: construyendo una estrategia de competencias eficaz para España", documento que establece doce retos a los que se enfrenta España para favorecer el crecimiento económico, la creación de empleo, el aumento de la productividad y la mejora de las condiciones de vida. Entre otros:
- La OCDE destaca la necesidad de mejorar las competencias de los alumnos de enseñanza obligatoria, ya que aunque se ha registrado un aumento en el número de alumnos que completan sus estudios de enseñanza secundaria superior, los índices de repetición de curso, abandono escolar prematuro y finalización tardía de los estudios son todavía "elevados y costosos".
- Ve necesario que los estudiantes universitarios adquieran un alto nivel de cualificación profesional para integrarse en el mercado laboral. La educación superior ha experimentado una importante expansión, pero un gran número de titulados universitarios tiene dificultades para encontrar trabajo. La OCDE sugiere que la rápida expansión de la educación universitaria puede haberse producido en detrimento de la calidad. En estos momentos hay en España 50 universidades públicas y 33 privadas, una cifra superior al doble de la de hace 30 años. Una mayor especialización de los centros y de la movilidad de los estudiantes redundaría en la calidad, explican. Sugieren la entrada de las empresas en los consejos de gobierno de la universidades para adaptar los estudios a las necesidades del mercado de trabajo.
- La OCDE resalta asimismo la importancia de mejorar la capacitación de los adultos con escasa cualificación, que están en mayor riesgo de quedarse rezagados. Cerca de diez millones de adultos tienen bajo nivel de comprensión lectora o de competencia matemática, denuncian. Solo Italia tiene mayor proporción de adultos con baja cualificación. El estudio asegura que se debe al "legado histórico de bajo nivel educativo". La formación de los empleados en el lugar de trabajo es fundamental para mantener y mejorar las competencias, aseguran. Piden mayor flexibilidad de los programas para adultos, para favorecer la participación.
Mejorar la transición de los jóvenes del sistema educativo a un trabajo estable es otro de los grandes desafíos marcados por la OCDE, ante los altos niveles de paro juvenil. En el informe se destaca que los jóvenes españoles "tienen un mayor riesgo de estar desempleados o empleados en trabajos mal pagados y tener ingresos más bajos a lo largo de su vida". Antes de la crisis el desempleo juvenil se situaba en torno al 20%. La crisis ha exacerbado la situación y el desempleo juvenil ha aumentado al 50%. "Si no se producen mejoras significativas (...) España se arriesga a tener una generación perdida", recalca el informe. Entre sus propuestas destacan las siguientes:
- Remover las barreras fiscales a la contratación de trabajadores. La OCDE constata que la legislación para la protección del empleo es estricta y para minimizar los costes los empleadores recurren con frecuencia a los contratos temporales para minimizar costes del despido. Predomina en España la contratación y el despido al ajuste salarial como mecanismo para el ajuste ante un ciclo económico. España es el tercer país de la OCDE con más contratos temporales, por detrás de Chile y Polonia. Además, la OCDE constata que los contratos temporales pocas veces son un peldaño hacia los indefinidos. Los contratos temporales siguen siendo particularmente prevalentes entre los jóvenes con bajo nivel de cualificación.
- Estrategias de apoyo a la búsqueda de empleo. El desempleo en España se encuentra en niveles sin precedentes, solo superados por Grecia, además de con un fuerte desempleo de larga duración. Mayor coordinación de los servicios públicos de empleo estatales y regionales se sugieren para la activación laboral. También recuerdan la importancia de dar prioridad a la formación en competencias laborales, cuyos programas formativos actuales muestran "un éxito moderado", señala el informe.
- Mejorar la transición de los jóvenes del sistema educativo al trabajo estable. La cantidad de ninis creció desde 2007 a 2009 y se ha mantenido relativamente constante en un 20% desde entonces. Es una de las tasas más elevadas de la OCDE, solo superada por México, Grecia, Italia y Turquía. Esta alta tasa de ninis está relacionada con el alto número de abandonos escolares, que aunque se reducen sigue siendo un problema. La mayoría de los ninis (71%) están buscando trabajo activamente. Pero el 35,5% declara que no están registrados en los servicios públicos de empleo. En España los jóvenes dedican más de dos años a encontrar trabajo, en Alemania se tarda un año. La diferencia es mayor cuando se habla de trabajos fijos. Los jóvenes españoles tardan seis años en conseguirlos, frente a los dos años que invierten los jóvenes de Dinamarca.
- Combatir la alta tasa de trabajo parcial y temporal entre los jóvenes españoles. Los jóvenes españoles están, a menudo, subempleados, dice el informe, en trabajos que no requieren un uso completo de sus competencias. Muchos de ellos solo encuentran trabajo a tiempo parcial. España tiene la mayor tasa de jóvenes de 14 a 25 años trabajando de forma involuntaria en empleos a tiempo parcial (22% frente a un promedio del 4% en toda la OCDE). Dada la escasez de empleo en España, muchos jóvenes prefieren aceptar cualquier trabajo disponible si la alternativa es no tener ninguno. El subempleo, advierten, puede provocar una autoestima más baja. Además muchos jóvenes ganan menos que los jóvenes en el pasado, reconoce el informe. La tasa de temporalidad es también de las más altas, tres veces más alta que la tasa de trabajadores con contrato fijo. En este sentido la OCDE habla de dos tipos de trabajadores: "los integrados", con buenos salarios y seguridad, y un grupo periférico, denominado "los marginados", que tiene trabajos temporales, poco productivos, con salarios más bajos y fases de desempleo.
- Formación en el lugar de trabajo para potenciar la productividad. La OCDE asegura que España no está haciendo pleno uso de las competencias de su población activa. Especialmente preocupante es la "infrautilización de las competencias de los jóvenes que acaban de entrar en la población activa". De hecho España es, después de Austria, el país con más trabajadores sobrecualificados de la OCDE, lo que motiva la pérdida de aprovechamiento de talento. El papel fundamental en mejorar este uso es de las empresas, según la OCDE.
- Impulsar la innovación. El informe sugiere que las empresas españolas no están implicadas de un modo muy activo en la innovación. El gasto en la educación superior en I+D es relativamente bajo. España tiene, comparativamente, pocos doctores y pocos están empleados en la investigación y en el sector empresarial. El porcentaje alto de pequeñas empresas entorpece la innovación, porque son las que suelen invertir m enos en innovación. Además, subrayan que el emprendimiento se enfrenta a importantes obstáculos. España ocupa el puesto 77 de 189 países en relación con la facilidad para comenzar un negocio.
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