Silvia Villaverde es directora veterinaria de la Fundación para la Investigación en Etología y Biodiversidad (FIEB). El FIEB es el principal centro de cría en cautividad de visón europeo, una de las especies de mamífero más amenazada de Europa. Además, el centro, se encarga de realizar investigaciones sobre otros animales como es la tortuga mora o las aves silvestres y acogen animales exóticos de incautaciones por tenencia y tráfico ilegal.

A primeros de este mes de septiembre, el centro, que se encuentra en Castilla La Mancha, en el término municipal de Casarrubios del Monte (Toledo) celebró el nacimiento de cuatro crías, por lo que aumentó la cifra de visones a catorce ejemplares.

El centro se formó con el objetivo de desarrollar proyectos relacionados con la protección de la biodiversidad y el estudio del comportamiento animal.

¿Cuál es la función de la Fundación para la Investigación en Etología y Biodiversidad?

Nace con el objetivo de desarrollar proyectos siempre relacionados con la conservación de especies protegidas y del medio ambiente. Realizamos investigaciones utilizando tecnología de última generación.

¿Qué proyectos están llevando a cabo en la actualidad?

El proyecto de cría e investigación de la biología del visón europeo, que es el que más repercusión ha tenido; un proyecto con la tortuga mora, una de las especies de tortuga terrestre de la península realizando un estudio epidemiológico de la población cautiva para desarrollar planes de conservación de esta especie protegida. Tenemos también un proyecto en colaboración con Amus que es un hospital de fauna silvestre en Extremadura y la Fundación Alfonso X el Sabio para el estudio de la expresión del dolor en aves silvestres. Además somos santuario CITES, acogemos animales que proceden de decomisos.

¿Cuáles son las amenazas del visón europeo?

La fragmentación del hábitat, lo que provocamos los humanos con nuestras infraestructuras, carreteras, autovías, etc. Son de grandes dimensiones y dividen las zonas de distribución de estas especies. Para ellos es más dificil desplazarse e incluso hay poblaciones que se quedan aisladas. Las infraestructuras por sí mismas son una amenaza porque los animales pueden ser atropellados o tener accidentes. Para un visón macho que pesa un kilo, cruzar una autovía es muy difícil. La segunda amenaza es el visón americano, una especie invasora que vive en un ecosistema similar y compite directamente con ella. Se ha descrito depredación directa, lo mata por competición de territorio. Se ha convertido en especie invasora al ser liberada de granjas peleteras. En su momento, a las poblaciones de Europa del este de visón europeo les afectó mucho la caza por temas de piel, pero actualmente no es una amenaza real en España.

¿Dónde podemos encontrarlos?

En la zona norte de la península, La Rioja, Navarra, País Vasco, Aragón, Norte de Burgos y Cataluña.

¿Es difícil la cría en cautividad de esta especie?

Se llevan criando desde 2005 pero es un animal silvestre que no ha evolucionado con el hombre, que no ha habido una domesticación de siglos como es el caso del perro. La cautividad tiene unos efectos sobre los animales y la mayoría de las veces son efectos negativos, porque para ellos el ser humano no deja de ser una amenaza. Aunque intentamos tener el mínimo contacto, nos huelen y nos oyen. Tienes que mantener un equilibrio entre el manejo y el estrés para tenerlos controlados sin perjudicarles.

¿Por qué es importante proteger a esta especie en concreto?

Aparte de que la población en España es la última representación de la población más occidental de la especie, es una especie que se denomina en ecología 'especie paraguas', porque nos sirve para evaluar la salud de los ríos en los que vive. Si está presente sabemos que la calidad de ese río es buena, las aguas no están contaminadas y tienen una buena cantidad de presas. Al comer pequeños roedores o algunos pájaros, es un factor importante a la hora de controlar plagas.

¿Cuántos centros hay en España de cría en cautividad del visón europeo?

Hay dos centros, uno en Lleida y nosotros además de dos centros colaboradores que también tienen alguna pareja. Los colaboradores tienen menos ejemplares, son puntos intermedios que utilizamos para la gestión de poblaciones que no son centros de cría en sí mismos, no tienen las instalaciones de un centro de cría completo.

¿Qué tienen de distinto las instalaciones?

Lo que hemos intentado es que nuestras instalaciones simulen al máximo posible, dentro de las limitaciones de la cautividad, el ecosistema en el que viven normalmente: la misma humedad, la presencia de un río, la vegetación de ribera autóctona, la forma del río, cómo corre el agua, las lluvias temporales...Todo eso ayuda a que ellos estén mejor, a disminuir el estrés que sufren por la cautividad y a desarrollar comportamientos que harían de manera natural como explorar el área y dispersarse en el caso de los jóvenes, la manera en la que naturalmente se alejan de la madre. Hasta que entendamos la biología de estos animales hay que dejar que ellos lleven a cabo sus procesos naturales.

¿Cómo es un día cualquiera en el centro?

Con mucho trabajo. Empezamos a las 8:30 y lo primero que se hace es revisar todos los animales para asegurarnos de que todos están bien, eso es lo primero y lo último que hacemos. Después preparamos las dietas de los diurnos, y a los crepusculares, como el visón europeo, se espera hasta última hora de la tarde para ponerles la comida que es cuando ellos se activan y comen. También realizamos alguna actividad programada específica, un chequeo, el cambio de un animal de una instalación a otra... Depende mucho de la época del año, cuando hace calor no puedes manejar a los animales. Tienes que hacerlo a primera hora o a última porque con las altas temperaturas se estresan y les puede dar un golpe de calor.

¿De qué se alimentan?

Se les da una dieta variada. Muerto les echamos pollito, trucha y huevo duro. Vivo rata, ratón y cangrejo de río. La presa viva se utiliza para que puedan cazar y mantener ese instinto que es importante sobre todo porque, cuando haya crías que soltar, es la madre la que les va a enseñar a cazar cuando llegue el momento. Prefieren la presa viva a la muerta mil veces.

¿Por qué este tema ha suscitado tanto interés en la población?

Yo soy la primera sorprendida. Sabía que iba a tener impacto porque es una especie protegida de la que la población sabe poco. No es tan conocida como el lince ibérico, el visón europeo es el hermano pequeño de las especies protegidas. Yo creo que a la gente realmente le preocupa que la fauna ibérica se proteja y cada vez más la población está involucrada. Es la gente la que puede cambiar las cosas y presionar para que las especies se protejan y cada uno pueda aportar su granito de arena.

¿Qué les espera a las crías que han nacido?

Este proyecto de cría esta dentro del la Estrategia Nacional de Conservación de la Especie. Tiene dos vertientes, una es la ex situ, los proyectos de cría en cautividad, cuando sacas a los animales de sus ecosistemas y crías con ellos, y luego está la in situ, que es en el campo, donde están los visones. La conservación in situ intenta paliar las amenazas que tiene esta especie para que cuando estén bajo control, desde la parte de ex situ se puedan introducir animales. Estamos coordinadas las dos partes de la estrategia. Este año los cachorros se van a quedar, porque además tienen una genética muy valiosa, por lo que es importante que se críe con ellos. Se crían para poder soltar, es el objetivo final.