La Royal Academy of Arts acoge la primera antología retrospectiva de Ai Weiwei en Londres

  • El crítico artista chino había sido nombrado académico honorario de la institución cuando las autoridades de Pekín le retiraron el pasaporte en 2011.
  • Los organizadores entienden que se trata de una muestra "histórica" de un creador cuya obra "no ha sido vista, ni de lejos, tanto como se merece".
  • Hay instalaciones y piezas antiguas y también nuevos montajes adaptados al edificio de la sede académica de la Burlington House del centro de Londres.
Ai Weiwei retratado en el estudio de Pekín en el que lleva trabajando desde 1999
Ai Weiwei retratado en el estudio de Pekín en el que lleva trabajando desde 1999
Courtesy of Ai Weiwei Studio. All images courtesy Ai Weiwei © Harry Pearce/Pentagram 2015
Ai Weiwei retratado en el estudio de Pekín en el que lleva trabajando desde 1999

Como "fenómeno artístico y social" definen a Ai Weiwei (1957) en la Royal Academy of Arts (Real Academia de Artes), la organización gremial e independiente fundada en 1768 para promover la creación en el Reino Unido. Gran parte de la sede de la institución, en el hermoso palacio londinense de Burlington House, estará ocupada para estrenar la temporada de otoño (del 19 de septiembre al 13 de diciembre) con la primera antología en el país del creador chino.

En su condición de académico honorario de la institución desde 2011, la retrospectiva tiene también el carácter casi oficial de un ingreso que en su momento el artista no pudo celebrar porque las autoridades chinas, nada contentas con sus revoltosas actividades de disidencia artística y crítica político-social, le habían retirado el pasaporte, que no recuperó hasta 2015, después de cuatro años sin poder viajar al extranjero.

81 días retenido y cuatro años sin moverse de Pekín

El documento le fue requisado en 2011, cuando se inició un proceso en el que era acusado de fraude fiscal, aunque para muchos se trataba de una represalia por el activismo de Ai. Tras pasar 81 días retenido e incomunicado por la policía, fue puesto en libertad pero se le prohibió salir no sólo del país sino de la ciudad de Pekín y se le exhortó a que limitara "al mínimo" sus declaraciones a la prensa internacional. A esta última recomendación no le hizo ni caso.

La exposición, considerada "histórica" por los organizadores, intenta condensar algunas de las obras que han convertido a Ai  en "uno de los artistas que lideran el arte contemporáneo". Se trata de la "primera gran retrospectiva institucional" de la producción del multicreador desde 1993, año en el que regresó a China tras más de una década residiendo en Nueva York. También hay obras nuevas creadas in situ para ubicaciones específicas de la sede académica.

Taller comunitario

Cuando el artista decidió volver a su país para cuidar a su padre enfermo, fundó el centro de arte experimental Beijing East Village, un taller comunitario y cooperativo establecido en un viejo almacén. Del lugar emergió una generación de artistas nada complacientes con el poder que fue asediada desde el primer momento por la Policía —el primer cierre, a los pocos meses de la apertura, se justificó porque uno de los creadores había salido desnudo al patio para cocinar—. Seis años después, Ai se trasladó a un barrio del norte de la ciudad, desde el que ha trabajado desde entonces.

La importancia de este polifacético artista conceptual con alto grado de inteligencia para la mercadotecnia combinada con la crítica —mantuvo un muy visitado blog durante varios años y, tras el devastador terremoto de Sichuan en 2008, inició la publicación de listado de víctimas para contrastarlo con las cifras inexactas que daban las autoridades. Desde la Real Academia de Artes londinense creen que este "compromiso" entre las "tensiones" y las "obras de arte complejas" que siempre tienen "múltiples lecturas" es uno de los signos personales de este superestrella del arte moderno.

'Desafiar el valor económico'

El empleo de materiales modernos mezclados con objetos históricos, desde jarrones neolíticos hasta piezas de cerámica de la dinastía Qing (1644-1911), pasando por componentes arquitectónicos y mobiliario, le ayudan a jugar con la "edad" de las obras de arte y "desafiar el valor económico y la autenticidad", cuestiones muy relevantes dadas las tensiones económicas de la China moderna. "Transforma materiales para transmitir ideas, ya sea en madera, porcelana, mármol o jade (...) y lleva al lmíte las cualidades formales de cada material", dicen los organizadores de la muestra.

Además de la monumental cámara de vídeo de porcelana —una crítica desde el absurdo a la invasiva vigilancia de la privacidad de los ciudadanos—, una de las instalaciones clave de la exposición será la instalación de noventa toneladas de barras de refuerzo, usadas como varillas de acero en el hormigón armado de los edificios destruidos por el terremoto de 2008. Recopiladas por el artista y enderezadas a mano se trata de un "monumento sobrio" en recuerdo a las víctimas del desastre.

'Ciudad a la que admiro mucho'

"Me siento honrado de tener la oportunidad de exponer en la Royal Academy of Arts", dice Ai en unas declaraciones distribuidas por la institución. "Esta exposición es mi primera gran restrospectiva en Londres, una ciudad a la que admiro mucho. Las obras seleccionadas reflejan mi práctica en los últimos años, y también incluyo nuevas obras realizadas especialmente para esta exposición".

Tim Marlow, director artístico de la academia y comisario de la exposición, añade: "Ai Weiwei es uno de los artistas más importantes del mundo, pero su trabajo no ha sido visto, ni de lejos, tanto como debería haber sido visto en el Reino Unido. Esta exposición comienza a corregir ese desequilibrio y ofrece a una extensa nueva audiencia la oportunidad de experimentar un fenómeno creativo que es a la vez radical, político, arquitectónico, histórico, poético, creativo y transformador".

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