Marina llamó a Laura para que la acompañara porque otra amiga no pudo hacerlo

  • Así lo han indicado fuentes del entorno de las amigas de las dos chicas asesinadas presuntamente por Sergio Morate, exnovio de Marina.
  • Laura del Hoyo no será considerada víctima de violencia machista al no haber existido ningún vínculo sentimental con su agresor, expareja de su amiga.
  • El asesinato de Marina Okarynska eleva a 31 el número de víctimas de violencia machista en lo que va de año.
Muestras de condolencia en Cuenca por la muerte de las dos jóvenes desaparecidas hace días, Marina Okarynska y Laura del Hoyo.
Muestras de condolencia en Cuenca por la muerte de las dos jóvenes desaparecidas hace días, Marina Okarynska y Laura del Hoyo.
EFE
Muestras de condolencia en Cuenca por la muerte de las dos jóvenes desaparecidas hace días, Marina Okarynska y Laura del Hoyo.

Marina Okarynska llamó a otra amiga para que la acompañara a casa de su exnovio, Sergio Morate, antes de pedírselo a Laura, con la que finalmente acudió a encontrarse con su presunto asesino.

Así lo han indicado fuentes del entorno de las amigas de las dos chicas asesinadas, que han destacado el carácter alegre y extravertido tanto de Marina Okarynska, de 26 años, como de Laura del Hoyo, de 24 años, a las que supuestamente mató Morate.

Tanto las amigas como otras personas que la conocían, han comentado que Laura del Hoyo era una chica alegre y muy trabajadora, que se había ganado la vida trabajando como dependienta en tiendas y en comercios y cuya aspiración era ser peluquera profesional.

Estas cualidades también se las atribuyen sus conocidos a Marina Okarinska, de origen ucraniano, que llegó a Cuenca hace diez años y era conocida por haber trabajado en varios establecimientos hosteleros, como la pastelería Ruiz, situada en la calle Carretería, la principal vía del centro de la ciudad, o El Secreto de la Catedral, un popular restaurante del casco histórico.

Este mismo viernes, a las puertas de la iglesia de San Esteban, donde se ha celebrado su funeral, unas clientas de la pastelería Ruiz la han definido como "una chica muy maja".

Las dos jóvenes asesinadas eran amigas desde hace años y de hecho, hace dos semanas, Marina fue a Xirivella (Valencia), donde ha estado viviendo un tiempo Laura, para pasar unos días con su amiga.

De esa visita son las fotos que aparecían en su perfil de las redes sociales y que han sido utilizadas para los carteles que se han distribuido mientras han sido buscadas, después de que desaparecieran el jueves de la pasada semana.

Ese día, las dos fueron a buscar unas cosas de Marina a casa de su exnovio, ya que la pareja había roto la relación hace cinco meses. Allí fueron supuestamente asesinadas por Sergio Morate, que ha sido detenido en Rumanía.

Tras matar a las dos jóvenes, Morate enterró los cuerpos en el paraje del nacimiento del río Huécar, en el término municipal de Palomera, un pueblecito situado en las cercanías de Cuenca donde la familia del presunto asesino tiene una casa. Vecinos de Palomera han comentado que Sergio ha pasado mucho tiempo en el pueblo, sobre todo cuando era un niño, porque vivía allí una de sus abuelas.

Estos vecinos han calificado a la familia del presunto asesino como "unas personas extraordinarias", una apreciación en la que coinciden muchos conquenses, donde hay bastante conocimiento mutuo entre las personas al ser una ciudad pequeña. Los vecinos de Palomera señalan que Sergio era un niño inquieto, pero aseguran que nunca hubieran pensado que podía llegar a cometer una atrocidad como ésta.

La muerte de Laura no constará como violencia machista

Por otra parte, Laura del Hoyo no será considerada víctima de violencia machista al no existir ni haber existido ningún vínculo sentimental con su agresor, expareja de su amiga, Marina Okarynska.

Así lo ha explicado la presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica del Consejo General del Poder Judicial, María Ángeles Carmona, quien, no obstante, ha señalado que "por conexión" ambos casos serán instruidos en los juzgados de violencia de género, ya que los asesinatos han sido "cometidos en unidad de acto".

Así, el asesinato de Marina Okarynska eleva a 31 el número de víctimas de violencia machista en lo que va de año, de las que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad sólo ha confirmado la muerte de 23, dado que ocho casos —incluido el de la joven de Cuenca— todavía están en investigación.

Entre los asesinatos de mujeres que se están investigando figura el de una mujer pasado miércoles en Castelldefels (Barcelona), cuando su excompañero la abordó al salir de su domicilio y la mató con un machete.

La Policía también trata de esclarecer las circunstancias del crimen registrado en esa misma localidad el pasado día 5, donde una mujer y sus dos hijos menores de edad murieron presuntamente a manos del padre de la familia, que se suicidó después.

También pendiente de confirmación se encuentra el caso de una mujer muerta en un incendio en Valencia, cuyo marido, edil de la localidad de Serra, se ahorcó el pasado domingo en la cárcel tras ser detenido por su supuesta implicación en los hechos, así como el de una mujer hallada muerta el 17 de julio en Gijón.

El quinto caso en investigación es el de una mujer danesa que apareció muerta el 21 de junio en un hotel de Torre del Mar, núcleo de población de Vélez-Málaga, cuya pareja está arrestada.

La mujer asesinada presuntamente por su pareja en su domicilio de la localidad ibicenca de Sant Antoni de Portmany el pasado 15 de junio y la sucedida el 19 de enero en Orba (Alicante) cuando una mujer alemana murió supuestamente a manos de su marido, son los otros dos casos que están por confirmar.

Los niños, víctimas de la violencia doméstica

La violencia de género también se ha cebado este año con los niños y, hasta la fecha, ocho han sido asesinados a manos de sus padres o de las parejas de sus madres.

En este caso, sólo uno de ellos aparece en las estadísticas oficiales —un niño de 10 años asesinado en Torrevieja (Alicante) el pasado 4 de mayo, presuntamente por la pareja sentimental de su madre— dado que los casos de los otros siete menores están pendientes de investigación.

Además de los dos niños asesinados la semana pasada en Castelldefels, las fuerzas de seguridad investigan la muerte en Moraña (Pontevedra) el pasado 31 de julio de otras dos niñas presumiblemente asesinadas por su padre —con quien pasaban unos días— horas antes de entregarlas a su exmujer.

En la estadística oficial de menores víctimas mortales por violencia de género hay otras tres muertes más en investigación.

Dos de ellas, la de un niño de 6 años y una niña de 14 asesinados en Villajoyosa (Alicante) por un hombre de 37 años —padre del primero— que se suicidó, tras acabar también con la vida de su propia madre, de 64 años.

El otro caso es el de la muerte de un niño de 3 años, en Rincón de la Victoria (Málaga), cuyo cadáver apareció el 9 de febrero tras haber sido denunciada su desaparición por la pareja de la madre, que pasó a disposición judicial tras ofrecer distintas versiones sobre lo ocurrido.

Sólo en 4 de los 23 asesinatos confirmados en la estadística oficial había denuncias previas por malos tratos.

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