El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha entregado este martes al presidente del Congreso, Jesús Posada, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2016 que, a diferencia de otros ejercicios, comenzará su tramitación en pleno mes de agosto por la convocatoria de elecciones generales en otoño.

Pasadas las 09.45 horas, Montoro ha posado para los medios gráficos en el Patio de Floridablanca, acompañado por los secretarios de Estado de Administraciones Públicas, Presupuestos y Gastos, Hacienda, y la secretaria de Estado de Coordinación Local. Acto seguido, se ha dirigido al Salón de Pasos Perdidos, donde se ha celebrado oficialmente el acto de entrega del proyecto de ley a Posada.

"El adelanto de calendario de los PGE responde al interés del Gobierno por la estabilidad", ha asegurado Montoro en la rueda de prensa posterior. "Estas cuentas permitirán reducir el peso de la deuda pública sobre el PIB; las políticas de este Gobierno nos están sacando de la crisis".

Se espera que la tercera semana de agosto comiencen las comparecencias de altos cargos ante la Comisión de Presupuestos para explicar las cuentas por departamentos, mientras que la última semana de este se celebre el debate de totalidad en el pleno del Congreso.

En esta ocasión, los Presupuestos han llegado al Congreso de forma telemática y no en formato físico, como un CD o un lápiz de memoria. Montoro ha entregado a Posada una cartulina con dos códigos QR que permiten la descarga de las cuentas públicas en cualquier dispositivo electrónico, un archivo de más de 480 megabytes. No obstante, los presupuestos han entrado también en la Cámara baja en el tradicional formato de papel, con los diferentes libros por capítulos de gastos e ingresos para su consulta por los diputados.

Montoro ha afirmado que son coherentes y rigurosos con la política económica que ha permitido a España salir de la crisis y  ha destacado que las cuentas devuelven a los españoles la confianza en el crecimiento económico. Todo ello, según el ministro, fruto de las reformas estructurales, "contando con unas cuentas públicas cada vez más saneadas".

Montoro ha destacado que los presupuestos enlazan con la próxima legislatura, en la que el objetivo es recuperar los niveles de ocupación de antes de la crisis y volver al Estado de bienestar que había en ese periodo. Asimismo, ha reiterado que, según mejore la economía, se podrá bajar de nuevo el impuesto sobre la renta.

Los presupuestos para 2016 —que prevén un techo de gasto de 123.394 millones, el 4,4 por ciento menos que en 2015— dedicarán el 53,5% a gasto social, hasta 188.130 millones, el 3,8% más. De cada 100 euros que se gastarán el próximo año, 39 se dedicarán al pago de pensiones, 7 a prestaciones por desempleo y políticas activas y otros 8 a gastos sociales.

Por otro lado, las pensiones subirán el próximo año el 0,25%, la subida mínima de estas prestaciones que garantiza la aplicación del índice de revalorización. La aplicación de este índice de revalorización implica que las pensiones no se podrán congelar y que, teniendo en cuenta que la inflación en España está estancada (en julio el IPC se situó en el 0%), los pensionistas ganarán poder adquisitivo.