El encuentro está auspiciado por el presidente egipcio Hosni Mubarak y en él participará también el rey Abdulá de Jordania, informa hoy el diario Haáretz.

Se trata de una cumbre regional con la que todas las partes tratarán de expresar su apoyo al presidente Abás y en lo que parece la constitución de un frente común contra los radicales del movimiento islámico, según la fuente.

Olmert regresó en la noche del miércoles de Estados Unidos, donde se reunió con el presidente George W. Bush, a quien prometió hacer todo lo que esté en su mano para ayudar a afianzar la gestión de Abás y de su nuevo Gobierno de emergencia, dirigido por Salam Fayad.

Se espera que, con vistas a la cumbre, Israel dé una serie de pasos para mejorar la popularidad del presidente palestino y de su nuevo primer ministro.

Entre estos figurarían la apertura de pasos fronterizos en Cisjordania para mejorar la calidad de vida de la población y la descongelación de cientos de millones de dólares que retiene a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Se trata de fondos que proceden de la recaudación de impuestos y tasas de aduanas a trabajadores y productos palestinos y que Israel no entregaba al Gobierno de la ANP alegando que los islamistas formaban parte del Ejecutivo. El asesor presidencial Yaser Abed Rabo dijo que también se espera de Israel una decisión con respecto a la

El objetivo es que Abás salga reforzado de esta crisis y que el gobierno de Fayad gane en popularidad en Cisjordania, bajo su control, y también en Gaza, controlada por los islamistas.

El miércoles en una nueva demostración de fuerza, unos cinco mil militantes de Hamás se manifestaron en la ciudad de Gaza para expresar su rechazo a Abás, al que calificaron de "traidor e infiel".

En la manifestación, los islamistas quemaron banderas de Israel y Estados Unidos, países de los que, según Hamás, Abás es "una mera marioneta".