Buenas prácticas en el verano

Una mujer realiza yoga en la playa
Una mujer realiza yoga en la playa
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Una mujer realiza yoga en la playa

Calor. Un sol intenso. Comidas familiares, tapas con amigos, días eternos, cambio de rutina y mucho tiempo libre. Esperamos la llegada del verano con intensidad e ilusión. A veces tanta, que nos atropella. Pero disfrutar de esta época del año de la mejor forma es sencillo si seguimos una serie de consejos saludables.

  • Primar los alimentos de temporada. "Como el melón o la sandía, que son agua casi en un 98%, van a mantenernos hidratados", explica Miguel Ángel Almodóvar, investigador, periodista y divulgador especializado en nutrición. Una buena manera de utilizarlos es en las sopas frías combinadas con gazpacho.
  • ¡Todos a desayunar! Es una comida que ocupa el 20% de la energía que debemos ingerir al día. Lácteos, fruta y cereales (ayudan con el tránsito intestinal) son tres componentes que no deben faltar. En el caso de los cereales, hay fórmulas, como las de Kellogg, que incluyen también nutrientes como el zinc (bueno para la piel) o la vitamina D (esencial para los huesos y los dientes). 
  • Sí a las legumbres. A pesar de que a priori parecen alimentos propios del invierno, Almodóvar las recomienda para verano. "Las asociamos con platos grasos, pero son perfectas para ensaladas frescas porque aportan una proteína vegetal, de calidad, que mezclada con un cereal completan la cadena de aminoácidos de una proteína", explica.
  • Ejercicio. La psicóloga Beatriz Tovar cree que es esencial. "Aunque sea una actividad ligera, ya que no tiene por qué ser una actividad física fuerte. Por ejemplo, pasear o caminar para quien no esté acostumbrado es perfecto porque ayuda a liberar endorfinas y serotonina y dota al cuerpo de una mayor agilidad. Además, eso va a permitir bloquear el agotamiento y el exceso de trabajo que hemos acumulado a lo largo del invierno".
  • Yoga o meditación. La especialista aconseja además realizar alguna actividad vinculada con el yoga o la meditación a primeras horas de la mañana para ir "aprendiendo" a enfrentarse al día de una manera más serena. "El verano es un buen momento del año para no incluir las prisas", matiza.
  • Siempre hidratados. Es muy recomendable beber de vez en cuando sin que haga falta sentir la sensación de sed. El catedrático de Psicobiología Ignacio Morgado apunta que debemos evitar ejercicios intensos que nos hagan sudar justo a las horas de más calor.
  • Mejor con un gorro y protección. Morgado avisa de que "investigaciones recientes apuntan a que el sol que recibimos sigue afectando a nuestro cuerpo durante un tiempo incluso cuando dejamos de exponernos a él". Por eso, cubriéndonos y evitando exposiciones excesivas al sol podemos evitar los golpes de calor.
  • Sueño equilibrado. Los días se alargan y las horas de descanso se resienten. Tovar habla de la necesidad de buscar un equilibrio. «Lo ideal es un mínimo de 7 u 8 horas de descanso, es decir, ni un exceso de 12 o 14 horas ni todo lo contrario. Es importante para poder regular los estados emocionales», afirma.
  • Descanso sí, pasividad no. "A veces estamos tan deseosos del descanso que el planteamiento de vacación puede ser demasiado pasivo, en el sentido en que quizás nos pasamos todo el día tumbados en la playa sin hacer nada", advierte la experta. La pasividad no es el mejor de los descansos para que se produzca una recuperación emocional, física y completa. "Es mucho más adecuado buscar un equilibrio en la distribución de tiempos. En el día a día encontrarlo nos puede parecer más difícil por la cantidad de tareas u horarios que tenemos, pero en verano podemos romper con ese hábito".

Vivir el presente

El descanso y la naturaleza pueden proporcionarnos momentos ideales para la introspección. Sin duda, una buena manera de ver qué cosas nos han roto una armonía en el día a día y buscar alternativas y soluciones para lograr un estado emocional sereno y calmado. "Intentar regalarnos un tiempo para hacer cada cosa de manera presente, con consciencia plena de lo que estamos haciendo, intentado romper la multitarea con la que vivimos en el día a día laboral sería la mejor forma de vivir el verano", explica la especialista Beatriz Tovar. En definitiva, permitirnos el lujo de aprovechar cada momento y vivir cada cosa de una manera plena.

Cinco platos saludables

1.- Aguacates con quínoa: Son beneficiosos y además muy apetitosos. Se pueden combinar con tomate.

2.- Ensalada de lentejas: Aceptan infinidad de ingredientes. Una idea: alcaparras, tomates secos, queso y cebollino.

3.- Humus: Garbanzos, aceite de oliva, zumo de limón, pimentón, comino y sal. El secreto está en ir añadiendo poco a poco el aceite.

4.- Sopa de cerezas: Para los días de más calor. Tomates, cerezas (justo la mitad), aceite de oliva, un poquito de vinagre, sal y agua.

5.- Ensalada griega con tzatziki: La base lleva queso feta, tomates y pepino, y la salsa: yogur griego, pepino rallado, aceite, zumo de limón y ajo.

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