El rey Felipe VI y la reina Letizia han presidido por primera vez como monarcas el desfile de las Fuerzas Armadas con motivo de su día grande, en el que han participado cerca de 600 militares y no ha faltado tampoco el sobrevuelo de la patrulla Águila, formada por siete aviones C-101, que han dibujado en el aire con sus colores la enseña nacional.

Los monarcas han sido acogidos con aplausos y gritos de "viva España" y "viva la Corona" de cientos de personas que han presenciado la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, que comenzó con el izado solemne de bandera, una enseña de 290 metros cuadrados en la madrileña plaza de Colón, en un acto presidido por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez, y en el que también estaba el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa.

Después de que los jefes militares pasaran revista a la Fuerza, se procedió al izado de la bandera, que mide 290 metros cuadrados (21 x 14 metros), pesa 35 kilos y se soporta en un mástil de acero de 50 metros de altura. La ceremonia se ha cerrado con un desfile de la compañía mixta de honores.

Este ha sido uno de los tres actos solemnes de izado de bandera que se realizan al año en Madrid: con motivo del patrón de San Isidro, presidido por el alcalde de Madrid; la onomástica del rey, presidido por el presidente del Consejo General del Poder Judicial; y el día de la Constitución, copresidido por los presidentes del Congreso y Senado.

Además a partir de este año se añadirá un izado solemne más con motivo de la proclamación de Felipe VI como rey, el próximo 19 de junio.

Los reyes presidieron posteriormente el acto principal del Día de las Fuerzas Armadas, que comenzó a las 12.30 horas en la madrileña Plaza de la Lealtad. Allí se ha desarrollado un solemne homenaje a los caídos, que ha contado también con la presencia del ministro de Defensa, Pedro Morenés, y la cúpula militar al completo.

Se trata de la primera vez que don Felipe, que vestía uniforme del Ejército de Tierra, preside el acto central de la principal fiesta militar como capitán general de los ejércitos, en su calidad de jefe supremo de las Fuerzas Armadas. Por su parte, doña Letizia apareció con un vestido de dos piezas en color blanco roto.

Tras el acto, que ha durado unos 25 minutos, los asistentes se han dirigido a la recepción oficial que ofrecen los reyes en el Palacio Real.