La NASA ha descubierto, gracias al telescopio Wide-field, la galaxia más luminosa encontrada hasta la fecha. Se trata de una galaxia remota, conocida como WISE J224607.57-052635.0, que brilla con la luz de más de 300 trillones de soles y que podría albergar en su interior un enorme agujero negro que está absorbiendo gas, tal y como publican los científicos en el portal oficial.

Los investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, aseguran que esa luz deslumbrante "puede ser la principal etapa de crecimiento del agujero negro de la galaxia".

Los agujeros negros supermasivos atraen gas y materia, que se almacena en un disco alrededor de ellos. Los agujeros negros inmensos son comunes en los núcleos de las galaxias, pero encontrar uno de esas dimensiones y tan lejos es único.

Debido a que la luz de la galaxia que aloja el agujero negro ha viajado 12.500 millones de años para llegar a nosotros, los astrónomos ven el objeto como fue en el pasado. El agujero negro, de hecho, era ya miles de millones de veces la masa de nuestro Sol cuando nuestro universo tenía sólo una décima parte de su edad actual, 13,8 millones de años.

Los científicos estadounidenses tratan de explicar cómo los agujeros negros pueden crecer de manera masiva. Una de las hipótesis más apoyada por los científicos baraja la posibilidad de que hayan nacido grandes. Es decir, que los agujeros negros "embrionarios" pueden tener un mayor tamaño del que se pensaba.

El estudio pone de manifiesto, además, que existen un total de 20 nuevas galaxias extremadamente luminosas, incluyendo la galaxia WISE J224607.57-052635.0, cuyo descubrimiento se ha producido tan tarde debido a su distancia y a que el polvo convierte su luz intensa en una luz infrarroja.