El aeropuerto de Barcelona ha activado los procedimientos por baja visibilidad a causa de la fuerte niebla que hay en el litoral barcelonés, lo que provoca retrasos en las operaciones y cuatros cancelaciones, así como el desvío de otros cuatro vuelos al aeropuerto de Reus (Tarragona).

Según ha informado Aena, como medida de seguridad los aterrizajes se están haciendo con más tiempo de separación entre operación y operación, por lo que algunos aviones han tenido que realizar esperas en el aire hasta recibir la autorización para aterrizar.

Esto está provocando retrasos en algunos vuelos de llegada, que han superado los 40 minutos en aviones procedentes de Alicante, Tel-Aviv y Munich. Las demoras también han empezado a afectar a los vuelos de salida, donde hay retrasos de hasta 20 minutos en algunos aviones. El resto de operaciones se está desarrollando con fuertes retrasos, que han superado las dos horas en enlaces con Londres y Viena.

Además, cuatro vuelos —tres de la compañía Vueling y uno de Germanwings— se han desviado al aeropuerto de Reus y se han cancelado otros cuatro, dos de salida y dos de llegada, debido a las restricciones operativas en el Aeropuerto de El Prat.

La niebla también ha obligado a cerrar el tráfico de barcos en el Puerto desde las seis de la mañana, una medida que suele adoptarse en casos de poca visibilidad o de mala mar. La restricción afecta a cualquier embarcación que pretenda entrar o salir del puerto.

Además, las embarcaciones han tenido que hacer sonar sus bocinas —que se han oído desde los barrios del Clot, la Salut o Sants— para mostrar su presencia al resto de naves tal como establece el reglamento internacional de navegación.

Cuando la niebla ha empezado a disiparse, hacia las 12.15 horas, han empezado a entrar en el puerto las primeras embarcaciones. Lo han hecho primero las de fácil maniobra, bien porque son más pequeñas o porque amarran habitualmente en Barcelona, priorizando los seis cruceros con pasaje que fondeaban fuera de la bocana y, después, un ferri. Cuando entre esta nave, emepzarán a salir los barcos que esperaban que mejorara la visibilidad.

La niebla es mucho más intensa este lunes que la semana pasada, cuando también se produjo este fenómeno que generalmente ocurre entre febrero y marzo a causa del contraste térmico entre el mar —el Mediterráneo registra entonces sus temperaturas más bajas— y el aire —cuando producen las primeras subidas del termómetro—.