Una valla de metal cae sobre un niño de 4 años en un parque infantil municipal de Chamberí

  • Un panel de 3 metros por 2 que forma parte del vallado perimetral del Parque Galileo se había desprendido y alguien lo dejó apoyado contra el cerco.
  • Un niño de 4 años estaba jugando con sus amigos y sufrió la caída de la valla en su cabeza, lo que le provocó un corte sangrante en la cabeza.
  • La familia interpuso una denuncia ante la Policía por el hecho y una reclamación al Ayuntamiento para que arreglen el parque.
  • "La caída de esa valla pudo haberle costado la vida; tuvimos suerte", dice el padre del menor, que lo lleva habitualmente a ese parque al salir del colegio.
Primer plano de la valla con el panel faltante en un espacio infantil en Chamberí, Madrid.
Primer plano de la valla con el panel faltante en un espacio infantil en Chamberí, Madrid.
JORGE PARÍS
Primer plano de la valla con el panel faltante en un espacio infantil en Chamberí, Madrid.

Un niño de 4 años sufrió el lunes pasado un golpe en la cabeza tras caerle encima una valla perimetral en el área infantil municipal que está entre las calles Galileo y Blasco de Garay, en el madrileño barrio de Chamberí.

Ese día, Alfredo llevó a su hijo Manuel, como todos los días lectivos, a jugar a este pequeño parque adyacente al Centro Cultural Galileo que, como todo espacio infantil del Ayuntamiento, debería estar especialmente acondicionado para evitar accidentes.

"Al terminar el colegio, lo típico, vamos con los niños al parque, nos sentamos en unos bancos los padres mientras los niños juegan”, dijo.

Sin embargo, alguien dejó apoyado contra el cercado que da a la calle Blasco de Garay un panel desprendido de la valla perimetral (de unos 3 metros por 2): el panel cayó sobre la cabeza del niño, según una denuncia presentada por el padre ante la Policía Municipal.

El golpe de la valla le provocó un corte sangrante en la cabeza, según el parte médico del Samur, que acudió a atenderlo y lo derivó al centro correspondiente, el Hospital Clínico de Madrid, para que le cerraran la herida con grapas.

“No ha sido grave, aunque podría haberlo sido”, dice Alfredo, que no sabe por qué estaba esa valla desprendida ni quien la dejó apoyada contra el perímetro de la calle Blasco de Garay.

“No sé cómo alguien la dejó así, apoyada contra otra valla, a merced de que le caiga a cualquier niño, como sucedió”, se pregunta.

La familia presentóuna reclamación a la Junta Municipal de Distrito de Chamberí para que se arregle el desperfecto.

Dos días después del accidente, la valla seguía sin repararse, como comprobó 20minutos.es, que habló con varios padres, que se quejaron del mal estado de conservación del espacio.

"Aquí suele haber perros sueltos que defecan, mendigos y yonkis durmiendo, se hacen botellones...", dijo un padre en el área infantil.

El Ayuntamiento de Madrid, propietario del espacio infantil, no brindó su versión de los hechos.

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