La insurgencia iraquí asestó el pasado sábado un duro golpe a las tropas estadounidenses que operan en el país asiático.

Según informaron fuentes del país asiático, siete soldados norteamericanos murieron en una serie de seis ataques efectuados por la guerrilla iraquí.

Se trata de la cifra de muertos más alta en las filas del ejército norteamericano desde hace dos años.

Zonas separadas

Seis de los soldados fallecidos cayeron en ataques con bomba cerca de carreteras.

Dos soldados murieron en la provincia de Nineveh, al noroeste de Bagdad; y otros dos cayeron en Diyala , donde precisamente este domingo un atacante suicida ha matado, en un concurrido mercado , a 10 personas en un ataque con coche bomba. Dos militares más fallecieron al suroeste de la capital.

Los dos restantes cayeron en Bagdad, uno por una bomba colocada al costado de la carretera y el otro por los disparos de armas de pequeño alcance. El séptimo soldado resultó muerto en un ataque suicida mientras patrullaba por el suroeste de Bagdad.

Según cifras que se barajan por el Ejército de EE.UU.; un total de 127 militares norteamericanos fueron abatidos en mayo; y 3.487 desde la invasión del régimen de Sadam Hussein en marzo de 2003.