Viviendas que se amplían con nuevas alturas sin dar notificación alguna a la Administración, piscinas que se abren en jardines o terrenos anexos sin avisar al Ayuntamiento e incluso casas que se construyen desde cero y sin avisar al Catastro.

El Ministerio de Hacienda detectó el año pasado a través del plan de regularización catastral iniciado a finales de 2013 (y que se prolongará hasta el año 2016) un total de 23.274 inmuebles que habían hecho algún tipo de obra fraudulenta en Aragón, según la información trasladada por Hacienda.

El programa, que se está realizando en toda España de forma progresiva y por fases, ha inspeccionado ya 176.000 inmuebles de 154 municipios en la comunidad aragonesa. De ellos, en el 13,2% se detectaron algún tipo de fraude al Catastro al no avisar de cambios en el número de metros cuadrados o de la construcción de nuevas instalaciones que  hubieran conllevado incrementos en el IBI que no se estaban pagando.

Los propietarios de estos inmuebles pagaron el año pasado por estos incrementos eludidos una media de 199 euros adicionales en sus recibos del IBI. A esta cantidad hay que añadirle los recargos que Hacienda les ha aplicado por los retrasos en las liquidaciones, a una media de 525 euros por inmueble, según explicaron fuentes del ministerio. En total, 724 euros de más pagado en el recibo del IBI del año pasado por cada inmueble fraudulento.

Por provincias, la mayor parte de los fraudes se detectaron en Zaragoza (13.104, con 72 municipios afectados), Teruel (6.275, con 46 localidades afectadas) y Huesca (3.895, con 36 pueblos con obras fraudulentas).

Del total de inmuebles con obras fraudulentas descubiertos por Hacienda en Aragón el año pasado, el 40%correspondían a nuevas construcciones, algo más de 25% a ampliaciones de edificaciones ya existentes, en torno a un 32% a reformas y cambios en los usos y el 3%restante a la construcción de piscinas, según los datos del ministerio.