Cerca de un centenar de carreteras afectadas por la nieve, cientos de camiones parados en plena A-23, decenas de rutas de autobús escolar canceladas, alerta extrema por aludes en la montaña, riesgo de desalojos en la ribera del Ebro...

Son las principales consecuencias del peor temporal que registra Aragón en años, que ha atascado servicios en media comunidad y que seguirá con heladas generalizadas y caída brusca de los termómetros al menos hasta final de semana.

Después de las complicaciones que dejaron a principios de semana en el Alto Aragón, las nevadas sehan centrado ahora en la provincia de Teruel y han dejado incluso un manto blanco en la capital aragonesa a primera hora de la mañana. Unos 400 camiones se quedaron atascados durante cinco horas por el corte de la A-23 y las malas condiciones climatológicas obligaron incluso a cerrar la AP-2 a la altura de Bujaraloz.

La nieve ha obligado a cancelar 61 rutas escolares que han dejado sin clase a casi 1.651 alumnos en Teruel. En Zaragoza se han quedado en casa 128 escolares por la suspensión de 6 rutas.

La acumulación de placas de hielo y nieve llevó a cerrar el Monasterio de Veruela y en Tarazona hubo por la mañana un corte masivo de luz. En Fraga, la nieve dejó espesores de 10 centímetros.

En Llanos del Hospital, catorce trabajadores llevan ya cuatro días aislados en el complejo hotelero y en Jaca ha habido que paralizar varias conexiones del autobús urbano. Las afecciones saltaron también al refugio de Respomuso en Sallent, atravesado por un alud por la mañana, aunque sin daños personales.

En Zaragoza, la crecida del Ebro siguió dando problemas. La riada aisló Alfocea, los bomberos tuvieron que desalojar a una decena de personas y hasta última hora barajaban vaciar la residencia de Monzalbarba.