Cuando se vive de alquiler, uno de los elementos que más puede enrarecer nuestra relación con el casero son las discusiones sobre quién debe asumir los costes de un arreglo o reparación. La Ley de Arrendamientos Urbanos dispone que el dueño está obligado a realizar todos los arreglos necesarios, sin elevar la renta, para conservar la vivienda “en condiciones de habitabilidad”.
Por otra parte, el inquilino tiene derecho a que la vivienda en alquiler sea habitable, pero cuenta también con la responsabilidad de avisar al arrendador sobre la necesidad de reparaciones, facilitando su verificación directa, en el plazo más breve posible. La comunicación entre ambas partes será clave para actuar con urgencia y evitar cualquier incidencia de mayor gravedad.
Reparalia, empresa especializada en cuidado del hogar y gestión de siniestros y reparaciones, analiza cinco averías frecuentes en viviendas y determina quién debe hacerse cargo del pago de la factura, conforme a lo recogido en la ley, en cada uno de los casos.
Grifos y cisternas que pierden agua
Es muy común que algún grifo o cisterna pierda agua. En caso de que esto ocurra, el responsable de la reparación es el arrendador, pero si la intervención se demora, se recomienda a los inquilinos que soliciten la ayuda de un profesional para solucionarlo. La factura del agua es responsabilidad del arrendatario y seguirá creciendo mientras espera una solución. Otra de las incidencias frecuentes es el atasco del inodoro, el fregadero o la bañera. Si al desatascar, el profesional detecta que se ha realizado un uso incorrecto del mismo y se han arrojado residuos inapropiados, el inquilino deberá hacerse cargo del coste que supone tanto la reparación como las consecuencias de la misma.
Averías en el termo
Los daños se producen por el agotamiento del ciclo de vida útil de este aparato, normalmente, a partir de los cinco años. Conviene invertir en la calidad del producto por parte del dueño de la vivienda. Es recomendable revisar el estado de la instalación y sus componentes una vez al año a fin de detectar a tiempo fugas o roturas.
Mal funcionamiento de electrodomésticos
Según los datos de Reparalia, el 4% de las incidencias en el hogar registradas anualmente se deben a complicaciones con este tipo de aparatos. Un correcto mantenimiento evitará futuras reparaciones.
Arreglos de bricolaje
Hemos quitado un cuadro y se ven demasiado los orificios en la pared, la lámpara se ha descolgado… Son pequeñas tareas ocasionadas por el uso de las instalaciones y de las que debe hacerse cargo el inquilino. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no tenemos ni el tiempo, ni las herramientas o la destreza necesarias. En todo caso, el día que dejemos el piso mejor será solucionarlo y evitar que el dueño del inmueble retenga parte de la fianza.
Problemas con la instalación eléctrica
Entra dentro de las responsabilidades del dueño de la vivienda. Es aconsejable que los propietarios transmitan a los inquilinos en el momento de la entrada a la vivienda una serie de consejos básicos como no sobrecargar el circuito y desconectar los dispositivos cuando no lo estén utilizando. Además, se deberá solicitar el servicio de un técnico especializado para realizar una revisión eléctrica cada cinco años o cada vez que cambien los ocupantes de la casa. Garantizará una seguridad y un ahorro de energía que compensará de inmediato.
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